Encontrados 12 resultados para: subida

  • Luego torcerá hacia el sur en dirección de la Subida de los Escorpiones, pasará por Sin para morir al sur, en Cades Barne. Continuará por Jasar Adar y pasará por Asemón. (Números 34, 4)

  • subía después por Debir, desde el valle de Akor, y volvía hacia Guilgal, que está enfrente de la subida de Adomín, al mediodía del río; pasaba las aguas del En Semes y llegaba a En Rogel. (Josué 15, 7)

  • volvía al norte, llegaba a En Semes, seguía por Gelilot, frente a la subida de Adomín, y bajaba a la Peña de Boján, hijo de Rubén; (Josué 18, 17)

  • El territorio de los edonitas se extendía desde la subida de Acrabín hasta Sela, y seguía hacia arriba. (Jueces 1, 36)

  • Gedeón, hijo de Joás, volviendo de la batalla por la subida de Jares, (Jueces 8, 13)

  • Ezequías murió y fue sepultado en la subida hacia las tumbas de los hijos de David. Todo Judá y los habitantes de Jerusalén le rindieron honores. Le sucedió en el trono su hijo Manasés. (II Crónicas 32, 33)

  • después Ézer, hijo de Josué, jefe de Mispá, reparó otro tramo frente a la subida de la armería hasta el ángulo. (Nehemías 3, 19)

  • En la puerta de la Fuente subieron derecho, junto a la escalinata de la ciudad de David, por encima de la muralla, y por la subida del palacio de David hasta la puerta del Agua, a oriente. (Nehemías 12, 37)

  • Mis hombres te llevarán a la región montañosa y te dejarán en una de las ciudades de la subida. (Judit 6, 7)

  • Cuando los de la ciudad los divisaron, empuñaron sus armas y salieron hacia la cima del monte. Los prácticos en la honda impedían su subida disparándoles piedras. (Judit 6, 12)

  • Mi corazón gime por Moab; sus fugitivos están ya en Soar, en Egla-Selisiyá. La subida de Lujit la suben llorando; por el camino de Joronáyim, lanzan gritos de angustia. (Isaías 15, 5)

  • En el año treinta y siete de la deportación de Jeconías, rey de Judá, el día veinticinco del duodécimo mes, Evil Merodac, rey de Babilonia, el año de su subida al trono, indultó a Jeconías, rey de Judá, y lo sacó de la cárcel. (Jeremías 52, 31)


“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina