Encontrados 72 resultados para: siendo

  • Él es también la cabeza del cuerpo, de la Iglesia, siendo el principio, el primogénito entre los muertos, para ser el primero en todo, (Colosenses 1, 18)

  • que mataron a Jesús, el Señor, y a los profetas; y a nosotros nos han perseguido y desagradan a Dios, siendo enemigos de todos los hombres (I Tesalonicenses 2, 15)

  • si nosotros no le somos fieles, él seguirá siendo fiel, pues no puede negarse a sí mismo. (II Timoteo 2, 13)

  • siendo capaz de mostrarse comprensivo con los ignorantes y extraviados, ya que también él está rodeado de debilidad; (Hebreos 5, 2)

  • pero la que produce espinas y abrojos es tierra baldía, será tierra maldita que terminará siendo pasto de las llamas. (Hebreos 6, 8)

  • En efecto, no siendo la ley más que una sombra de los bienes venideros y no la realidad misma de las cosas, ofrece cada año perpetuamente los mismos sacrificios sin poder hacer perfectos a aquellos que se acercan a Dios. (Hebreos 10, 1)

  • Porque vosotros habéis compartido las penas de los presos, habéis aceptado con alegría el que os quitaran vuestros bienes, siendo conscientes de que estáis en posesión de una riqueza mejor y permanente. (Hebreos 10, 34)

  • Por la fe Moisés, siendo ya mayor, no quiso ser tenido por hijo de la hija del Faraón, (Hebreos 11, 24)

  • De la misma manera las naves, que, aun siendo tan grandes y azotadas por vientos impetuosos, son dirigidas por un pequeño timón, según la voluntad del piloto. (Santiago 3, 4)

  • él, que, siendo ultrajado no respondía con ultrajes siendo maltratado no amenazaba sino que se ponía en manos del que juzga con justicia; (I Pedro 2, 23)

  • cuando los mismos ángeles, aun siendo superiores en fuerza y en poder, no se atreven a pronunciar contra ellos ninguna injuria en presencia del Señor. (II Pedro 2, 11)

  • Vosotros seguid siendo fieles a lo que habéis oído desde el principio. Así permaneceréis unidos con el Hijo y con el Padre. (I Juan 2, 24)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina