Encontrados 232 resultados para: servicio sagrado

  • Ellos entrarán en mi santuario, ellos se acercaron a mi mesa para servirme, ellos desempeñarán mi servicio. (Ezequiel 44, 16)

  • Cuando os repartáis por sorteo la tierra en patrimonio, reservaréis al Señor la parte sagrada del territorio: una extensión de doce kilómetros y medio de larga por diez de ancha. Este coto será todo él sagrado. (Ezequiel 45, 1)

  • Comprenderá la parte del territorio sagrado reservada a los sacerdotes: doce kilómetros y medio hacia el norte, cinco de ancha hacia el oeste, cinco de ancha hacia el este y doce y medio de larga hacia el sur. En medio se levantará el santuario del Señor. (Ezequiel 48, 10)

  • Esta parte pertenecerá sólo a los sacerdotes consagrados, pertenecientes a la estirpe de Sadoc, los cuales permanecieron fieles a mi servicio y no se descarriaron al descarriarse los israelitas, como se descarriaron los levitas. (Ezequiel 48, 11)

  • El rey les asignó una ración diaria de la comida del monarca y del vino que él bebía. Su formación duraría tres años, al cabo de los cuales serían admitidos al servicio del rey. (Daniel 1, 5)

  • El rey se entretuvo hablando con ellos, pero entre todos los otros no encontró ninguno que pudiese compararse con Daniel, Ananías, Misael y Azarías; por eso quedaron ellos al servicio del rey. (Daniel 1, 19)

  • ¡Tocad la trompeta en Sión, proclamad un ayuno sagrado, convocad una asamblea, (Joel 2, 15)

  • Estando él de servicio ante Dios en el turno de su grupo, le tocó en suerte, (Lucas 1, 8)

  • El que quiera ponerse a mi servicio, que me siga, y donde esté yo allí estará también mi servidor. A quien me sirva, mi Padre lo honrará. (Juan 12, 26)

  • Elegid, pues, cuidadosamente entre vosotros, hermanos, siete hombres de buena reputación, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, y nosotros les encomendaremos este servicio; (Hechos 6, 3)

  • y libres del pecado, os habéis entregado al servicio de la justicia (Romanos 6, 18)

  • (os estoy hablando en lenguaje sencillo para que podáis entenderme). Porque lo mismo que antes entregasteis vuestro cuerpo al servicio de la inmoralidad y el desorden, para vivir desordenadamente, así ahora entregadlo al servicio de la justicia, para vivir consagrados a Dios. (Romanos 6, 19)


“Você deve ter sempre prudência e amor. A prudência tem olhos; o amor tem pernas. O amor, como tem pernas, gostaria de correr a Deus. Mas seu impulso de deslanchar na direção dEle é cego e, algumas vezes, pode tropeçar se não for guiado pela prudência, que tem olhos.” São Padre Pio de Pietrelcina