Encontrados 121 resultados para: seis

  • Los repatriados ofrecieron holocaustos al Dios de Israel: doce novillos por todo Israel, noventa y seis carneros, setenta y siete corderos y doce machos cabríos por el pecado: todo en holocausto al Señor. (Esdras 8, 35)

  • Todos los días se consumía a expensas mías un toro, seis carneros selectos y aves; cada diez días se traía vino en abundancia. Sin embargo, no reclamé la provisión que me correspondía como gobernador, porque los trabajos gravaban ya bastante al pueblo. (Nehemías 5, 18)

  • Tenían, además, setecientos treinta y seis caballos, doscientos cuarenta y cinco camellos y seis mil setecientos veinte asnos. (Nehemías 7, 68)

  • Cada joven debía presentarse por turno al rey Asuero, pasados los doce meses exigidos por el tratamiento de belleza: seis meses para untarse con aceite de mirra, y otros seis con bálsamo y cosméticos. (Ester 2, 12)

  • Seis veces te librará de la angustia, y siete el mal alejará. (Job 5, 19)

  • Y el Señor bendijo la nueva condición de Job más aún que la anterior: llegó a poseer catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas. (Job 42, 12)

  • Judas se acercó con su ejército y atacó; cayeron seis mil hombres del ejército real. (I Macabeos 6, 42)

  • y de Hircano, hijo de Tobías, persona de noble posición -contra las falsas denuncias del malvado Simón-; y que todo el tesoro era de trece mil seiscientos kilos de plata y seis mil seiscientos de oro; (II Macabeos 3, 11)

  • Entretanto, Judas Macabeo y sus compañeros entraban a ocultas en los poblados, llamaban a sus parientes y reunían a los que habían permanecido fieles al judaísmo; juntaron hasta seis mil hombres. (II Macabeos 8, 1)

  • El Macabeo reunió sus tropas, unos seis mil hombres, y los exhortó a que no tuvieran miedo a los enemigos y que no les asustara la muchedumbre de gentiles que, contra toda justicia, venía contra ellos, (II Macabeos 8, 16)

  • Hay seis cosas que detesta el Señor, y siete que aborrece su alma: (Proverbios 6, 16)

  • Estaban de pie serafines por encima de él, cada uno con seis alas: con dos cubrían el rostro; con dos, los pies, y con las otras dos volaban. (Isaías 6, 2)


“Se quisermos colher é necessário não só semear, mas espalhar as sementes num bom campo. Quando as sementes se tornarem plantas, devemos cuidá-las para que as novas plantas não sejam sufocadas pelas ervas daninhas.” São Padre Pio de Pietrelcina