Encontrados 586 resultados para: sabiduría del mundo

  • Cuando la reina de Sabá vio la sabiduría de Salomón y el palacio que había construido, (I Reyes 10, 4)

  • y dijo al rey: "Realmente es verdad todo lo que yo había oído en mi tierra de tus obras y de tu sabiduría. (I Reyes 10, 6)

  • Yo no lo quería creer hasta que he venido y lo he visto con mis propios ojos, pero reconozco que no se me había dicho ni la mitad. Tu sabiduría y grandeza sobrepasan la fama que había llegado a mis oídos. (I Reyes 10, 7)

  • ¡Dichosas tus gentes! ¡Dichosos tus servidores, que están siempre junto a ti y escuchan tu sabiduría! (I Reyes 10, 8)

  • El rey Salomón superó a todos los reyes de la tierra en riqueza y sabiduría; (I Reyes 10, 23)

  • todo el mundo quería visitar a Salomón para escuchar la sabiduría que Dios le había dado, (I Reyes 10, 24)

  • El resto de la historia de Salomón, todo lo que hizo, y su sabiduría, está escrito en el libro de los hechos de Salomón. (I Reyes 11, 41)

  • David se decía: "Mi hijo Salomón es todavía joven y tierno, y la casa que tiene que edificar al Señor ha de ser famosa en todo el mundo por su esplendor y grandeza. Quiero dejarle hechos los preparativos". (I Crónicas 22, 5)

  • Que el Señor te dé sabiduría e inteligencia cuando te constituya sobre Israel, para que puedas observar la ley del Señor, tu Dios. (I Crónicas 22, 12)

  • Dame sabiduría e inteligencia para gobernar con acierto a este pueblo; pues ¿quién podría gobernar a un pueblo tan numeroso como es tu pueblo?". (II Crónicas 1, 10)

  • Dios dijo a Salomón: "Puesto que éste ha sido tu deseo y no has pedido ni riquezas, ni hacienda, ni fama, ni siquiera larga vida, sino que has pedido sabiduría e inteligencia para gobernar a mi pueblo, sobre el que te he constituido rey, (II Crónicas 1, 11)

  • te concedo la sabiduría y la inteligencia. Pero te daré también riquezas, hacienda y fama como no las tuvieron los reyes que te han precedido, ni las tendrán los que vengan detrás de ti". (II Crónicas 1, 12)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina