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  • El vencedor heredará estas cosas; yo seré su Dios, y él será mi hijo. (Apocalipsis 21, 7)

  • Pero los cobardes, los incrédulos, los depravados, los homicidas, los lujuriosos, los hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el estanque ardiente de fuego y de azufre: ésta es la segunda muerte". (Apocalipsis 21, 8)

  • Uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las últimas plagas se acercó a mí y me dijo: "Ven, que te voy a mostrar la esposa del cordero". (Apocalipsis 21, 9)

  • Midió su muralla: setenta y siete metros, medida de hombre, que es también medida de ángel. (Apocalipsis 21, 17)

  • La estructura de su muralla es de jaspe, y la ciudad es de oro puro, semejante al del puro cristal. (Apocalipsis 21, 18)

  • Los fundamentos del muro de la ciudad están adornados de toda clase de piedras preciosas: el primer fundamento es de jaspe; el segundo, de zafiro; el tercero, de calcedonia; el cuarto, de esmeralda; (Apocalipsis 21, 19)

  • el quinto, de sardónica; el sexto, de sardio; el séptimo, de crisólito; el octavo, de berilo; el noveno, de topacio; el décimo, de crisopasa; el undécimo, de jacinto; el duodécimo, de amatista. (Apocalipsis 21, 20)

  • No vi en ella ningún templo, porque su templo es el Señor, Dios todopoderoso, y el cordero. (Apocalipsis 21, 22)

  • Sus puertas no se cerrarán nunca, pues en ella no habrá noche. (Apocalipsis 21, 25)

  • Ya no habrá maldición alguna. El trono de Dios y del cordero estará en la ciudad, y los servidores de Dios lo adorarán; (Apocalipsis 22, 3)

  • No habrá ya noche, no tendrán ya necesidad de la luz de una lámpara ni de la del sol, porque el Señor Dios los alumbrará, y reinarán por los siglos de los siglos. (Apocalipsis 22, 5)

  • Y me dijo: "Estas palabras son ciertas y auténticas, y el Señor Dios de los espíritus de los profetas ha enviado a su ángel a mostrar a sus servidores lo que va a suceder en seguida. (Apocalipsis 22, 6)


A humildade e a caridade são as “cordas mestras”. Todas as outras virtudes dependem delas. Uma é a mais baixa; a outra é a mais alta. ( P.e Pio ) São Padre Pio de Pietrelcina