Encontrados 25 resultados para: respeto

  • El hijo honra a su padre, el siervo honra a su señor. Pues si yo soy padre, ¿dónde está el honor que me pertenece? Y si soy señor, ¿dónde el respeto que se me debe?, dice el Señor todopoderoso justamente a vosotros, sacerdotes, que mientras despreciáis mi nombre, todavía decís: ¿En qué hemos despreciado tu nombre? (Malaquías 1, 6)

  • Mi pacto con él era de vida y paz, y se las concedí; era también de amor, y él me respetó y reverenció mi nombre. (Malaquías 2, 5)

  • Durante algún tiempo no quiso; pero luego pensó: Aunque no temo a Dios ni respeto a los hombres, (Lucas 18, 4)

  • Pagad a cada uno lo que le corresponda: contribuciones, impuestos, respeto, honores, lo que haya que darle. (Romanos 13, 7)

  • Por esto la mujer debe llevar en la cabeza una señal de sujeción por respeto a los ángeles. (I Corintios 11, 10)

  • Él os ha cobrado más cariño al ver cómo le obedecisteis y con qué respeto le tratasteis. (II Corintios 7, 15)

  • Esclavos, obedeced a vuestros amos temporales con respeto, lealtad y de todo corazón, como si fuera a Cristo; (Efesios 6, 5)

  • Esclavos, obedeced a vuestros amos temporales; no sólo cuando os ven, como para quedar bien con ellos, sino de todo corazón y por respeto al Señor. (Colosenses 3, 22)

  • Los que se encuentran bajo el yugo de la esclavitud, que miren a sus propios amos como dignos de todo respeto, para que el nombre de Dios y su doctrina no sean blasfemados. (I Timoteo 6, 1)

  • Los que tienen amos creyentes, que no les falten al respeto por ser hermanos en la fe; al contrario, sírvanles mejor, puesto que los que reciben sus servicios son creyentes y hermanos muy queridos. Esto es lo que has de enseñar e inculcar. (I Timoteo 6, 2)

  • Así pues, puesto que entramos en posesión de un reino inmutable, retengamos firmemente la gracia, y por ella ofrezcamos a Dios un culto agradable con reverencia y con respeto. (Hebreos 12, 28)

  • Esclavos, someteos con todo respeto a los amos; no sólo a los buenos y amables, sino también a los de carácter duro, (I Pedro 2, 18)


“A oração é a efusão de nosso coração no de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina