Encontrados 147 resultados para: real

  • Zicrí, valeroso soldado efraimita, mató a Maseyas, hijo del rey; a Azricán, mayordomo del palacio real, y a Elcaná, el segundo después del rey. (II Crónicas 28, 7)

  • Acaz se apoderó de gran parte de los bienes del templo del Señor, del palacio real y de la casa de los jefes y se lo mandó al rey de Asiria, pero de nada le sirvió. (II Crónicas 28, 21)

  • Murió y fue sepultado con sus padres en Jerusalén, pero no en el panteón real. Le sucedió su hijo Ezequías. (II Crónicas 28, 27)

  • El servicio se organizó así: los sacerdotes estaban en sus puestos y los levitas en sus funciones, de acuerdo con la ordenación real. (II Crónicas 35, 10)

  • Si le parece bien al rey, investíguese en el archivo real de Babilonia, para ver si es verdad que la reconstrucción del templo de Dios en Jerusalén fue autorizada por el rey Ciro; y, en consecuencia, se nos remita la decisión del monarca sobre el particular". (Esdras 5, 17)

  • y una carta dirigida a Asaf, el guarda del parque real, para que me dé madera de construcción para las puertas de la ciudadela del templo, para la muralla de la ciudad y la casa en que he de habitar yo". El rey me lo concedió, porque mi Dios me protegía. (Nehemías 2, 8)

  • Palal, hijo de Uzay, reparó el trecho enfrente del ángulo de la torre que sobresale del palacio real alto y da al patio de la cárcel; a continuación Pedayas, hijo de Parós. (Nehemías 3, 25)

  • Todos mis bienes fueron confiscados, pasando al tesoro real. No me quedó nada más que Ana, mi mujer, y Tobías. (Tobías 1, 20)

  • Entonces Ajicar intercedió por mí y pude volver a Nínive. Ajicar había sido el jefe de los coperos, custodio del sello real, administrador y contador con Senaquerib, rey de los asirios, y Asaradón le confirmó en sus cargos. Era mi sobrino. (Tobías 1, 22)

  • Cada hombre recibió abundantes provisiones y gran cantidad de oro y plata facilitados por la casa real. (Judit 2, 18)

  • El año tercero de su reinado, el rey, que tenía establecido su trono real en la ciudad de Susa, (Ester 1, 2)

  • Transcurridos aquellos días, ofreció también un banquete durante siete días a toda la población de la ciudad de Susa, chicos y grandes, en el patio del jardín real. (Ester 1, 5)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina