Encontrados 41 resultados para: quince

  • Tú trabajarás para él la tierra, tú y tus hijos y tus esclavos; tú harás la recolección, para que la casa de tu señor tenga qué comer; en cuanto a Meribaal, hijo de tu señor, él comerá siempre a mi mesa". Sibá tenía quince hijos y veinte esclavos. (II Samuel 9, 10)

  • Llevaba consigo mil hombres de Benjamín. Sibá, el servidor de la casa de Saúl, con sus quince hijos y veinte siervos, se adelantaron al rey en el Jordán, (II Samuel 19, 18)

  • El templo tenía treinta metros de largo, diez de ancho y quince de alto. (I Reyes 6, 2)

  • Construyó el palacio, "Bosque del Líbano", de cincuenta metros de largo, veinticinco de ancho y quince de alto, sostenido sobre cuatro hileras de columnas de cedro, en las que se apoyaban vigas de cedro; (I Reyes 7, 2)

  • y un techado de cedro también en la parte superior, sobre las estancias, que se apoyaban en las cuarenta y cinco columnas, a quince por hilera; (I Reyes 7, 3)

  • Hizo también el "Pórtico de las columnas", de veinticinco metros de largo y quince de ancho; y delante de él otro pórtico, con columnata y arquitrabe. (I Reyes 7, 6)

  • Hizo también una pila de bronce muy grande, redonda, de cinco metros de diámetro, dos y medio de alto y quince de perímetro. (I Reyes 7, 23)

  • fueron a Ofir y trajeron unos quince mil kilos de oro para el rey Salomón. (I Reyes 9, 28)

  • Estableció, además, una fiesta en el mes octavo, el día quince del mes, a semejanza de la que se celebraba en Judá, y él mismo subió al altar que había levantado en Betel, para ofrecer sacrificios a los becerros que había fabricado, y también en Betel nombró a los sacerdotes de las colinas que había edificado. (I Reyes 12, 32)

  • El día quince del octavo mes, el mes que él, a capricho suyo, había elegido, subió al altar que había levantado en Betel. Instituyó una fiesta para los israelitas y subió al altar a quemar incienso. (I Reyes 12, 33)

  • Entonces Eliseo dijo: "Escuchad la palabra del Señor. Esto dice el Señor: Mañana a estas horas, a la puerta de Samaría, quince kilos de flor de harina se conseguirán por una moneda de plata, y treinta kilos de cebada también por una moneda". (II Reyes 7, 1)

  • Entonces salió el pueblo y saqueó el campamento de los sirios. Quince kilos de flor de harina, treinta de cebada se llegaron a dar por una moneda de plata, como había dicho el Señor. (II Reyes 7, 16)


“Tenhamos sempre horror ao pecado mortal e nunca deixemos de caminhar na estrada da santa eternidade.” São Padre Pio de Pietrelcina