Encontrados 75 resultados para: quedado

  • La angustia de los que se habían quedado en la ciudad no era pequeña, preocupados por la batalla que se iba a dar en el campo. (II Macabeos 15, 19)

  • Aunque no hubiese habido más que uno de cabeza dura, maravilla sería que hubiese quedado impune. Porque en él están la misericordia y la ira; es poderoso en perdones y fulmina su ira. (Eclesiástico 16, 11)

  • La hija de Sión ha quedado como una choza en una viña, como un tugurio en melonar, como ciudad sitiada. (Isaías 1, 8)

  • Pues la ciudad fortificada ha quedado solitaria, como morada abandonada, desolada igual que un desierto; allí pasta el becerro, allí se tumba y come la maleza. (Isaías 27, 10)

  • Isaías replicó: "¿Qué han visto en tu palacio?". Ezequías respondió: "Han visto todo lo que hay en mi palacio; no ha quedado nada en mis almacenes que no haya enseñado". (Isaías 39, 4)

  • Entonces dirás en tu corazón: ¿Quién me ha engendrado a éstos? Yo estaba sin hijos y estéril, desterrada y desechada; a éstos, ¿quién me los ha criado? Sí, sola había quedado; éstos, ¿de dónde vienen? (Isaías 49, 21)

  • Tus santas ciudades han quedado hechas un desierto; Sión está desierta, Jerusalén es una desolación. (Isaías 64, 9)

  • Necios han sido los pastores; no han buscado al Señor. Por eso no han prosperado y todo su rebaño ha quedado disperso. (Jeremías 10, 21)

  • Pero como a estos higos malos, tan malos que no pueden comerse -dice el Señor-, así trataré yo a Sedecías, rey de Judá, a sus oficiales y al resto de los habitantes de Jerusalén que han quedado en este país o que habitan en el país de Egipto. (Jeremías 24, 9)

  • Sí, esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel, respecto de los utensilios que han quedado en el templo del Señor, en el palacio real de Judá y en Jerusalén: (Jeremías 27, 21)

  • Mira, todas las mujeres que han quedado en el palacio del rey de Judá serán llevadas a los generales del rey de Babilonia, y serán ellas las que exclamarán: ¡Te han engañado, han podido contigo tus buenos amigos! ¡Tus pies han hundido en el fango y ellos te han dado la espalda! (Jeremías 38, 22)

  • Al resto de la población que había quedado en la ciudad, a los que se habían rendido a él y a la gente restante, Nebuzardán, jefe de la escolta real, los deportó a Babilonia. (Jeremías 39, 9)


“É sempre necessário ir para a frente, nunca para trás, na vida espiritual. O barco que pára em vez de ir adiante é empurrado para trás pelo vento.” São Padre Pio de Pietrelcina