Encontrados 233 resultados para: primera cuenta

  • Cuando hayas hecho un voto al Señor, tu Dios, no tardes en cumplirlo, porque él te pedirá cuenta, y te harás reo de pecado. (Deuteronomio 23, 22)

  • Yo y todo el pueblo que me acompaña nos acercaremos a la ciudad y, cuando ellos salgan a nuestro encuentro como la primera vez, huiremos ante ellos. (Josué 8, 5)

  • Ellos saldrán en nuestra persecución, y así los alejaremos de la ciudad, porque se dirán: Huyen delante de nosotros como la primera vez. (Josué 8, 6)

  • Todo Israel, sus ancianos, sus funcionarios y sus jueces, estaban en pie a los dos lados del arca ante los sacerdotes y levitas que llevaban el arca de la alianza del Señor; tanto los extranjeros como los ciudadanos se colocaron la mitad del lado del monte Garizín y la otra mitad del lado del monte Ebal, como Moisés, siervo del Señor, había mandado, cuando bendijo por primera vez al pueblo de Israel. (Josué 8, 33)

  • si hemos levantado un altar para desviarnos del Señor y para ofrecer en él holocaustos, ofrendas y sacrificios de reconciliación, que el Señor nos pida cuenta de ello. (Josué 22, 23)

  • Entonces Gedeón se dio cuenta de que era el ángel del Señor, y dijo: "¡Ay, Señor! ¡He visto cara a cara al ángel del Señor!". (Jueces 6, 22)

  • Y llegaron frente a Guibeá diez mil hombres escogidos de todo Israel. El combate fue duro, pues los de Benjamín no se dieron cuenta del mal que se les echaba encima. (Jueces 20, 34)

  • Los de Benjamín se dieron cuenta de que estaban derrotados. Los israelitas habían cedido terreno a Benjamín porque confiaban en la emboscada que habían tendido junto a Guibeá. (Jueces 20, 36)

  • Pero entonces comenzó a levantarse de la ciudad la señal, una columna de humo; y Benjamín, volviendo los ojos atrás, se dio cuenta del incendio de la ciudad, que subía al cielo. (Jueces 20, 40)

  • Esta primera matanza que hicieron Jonatán y su escudero fue como de unos veinte hombres en el espacio de una media yugada. (I Samuel 14, 14)

  • Instaló el campamento en la colina de Jaquilá, frente al desierto, junto al camino. David, que estaba en el desierto, se dio cuenta de que Saúl venía para perseguirle; (I Samuel 26, 3)

  • David tomó de la cabecera de Saúl la lanza y el jarro de agua y se fueron. Nadie los vio; nadie se dio cuenta; nadie se despertó, pues todos dormían, porque el Señor había hecho caer sobre ellos un profundo sueño. (I Samuel 26, 12)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina