Encontrados 46 resultados para: presentes
Sacó joyas de plata y oro y vestidos, y se lo dio a Rebeca. Hizo también ricos presentes a su hermano y a su madre. (Génesis 24, 53)
José no podía ya contenerse delante de todos los presentes y gritó: "Salid todos de mi presencia". Y no quedó nadie con él cuando se dio a conocer a sus hermanos. (Génesis 45, 1)
lo hago tanto con los que están hoy aquí presentes ante el Señor, nuestro Dios, como con los que están ausentes. (Deuteronomio 29, 14)
Estando en trance de morir, los que estaban presentes le decían: "No tengas miedo, que has dado a luz un hijo". Pero ella no respondió ni hizo caso; (I Samuel 4, 20)
Y distribuyó a todos los israelitas presentes, hombres y mujeres, una torta de pan a cada uno, un pedazo de carne y un racimo de uvas pasas; luego todo el pueblo se fue cada uno a su casa. (II Samuel 6, 19)
Que estas palabras con que he suplicado al Señor estén presentes ante él día y noche, a fin de que en todo tiempo defienda la causa de su siervo y de su pueblo Israel, (I Reyes 8, 59)
y todos traían presentes, objetos de oro y plata, vestidos, armas, aromas, caballos y mulos. Esto todos los años. (I Reyes 10, 25)
Toda la asamblea resolvió hacerlo así, pues la cosa pareció bien a todos los presentes. (I Crónicas 13, 4)
y distribuyó a todos los israelitas presentes, hombres y mujeres, una torta de pan a cada uno, un pedazo de carne y un racimo de uvas pasas. (I Crónicas 16, 3)
Cuando los sacerdotes salieron del santuario (todos los sacerdotes presentes se habían purificado sin distinción de clases), (II Crónicas 5, 11)
y todos traían presentes: objetos de oro y plata, vestidos, armas, aromas, caballos y mulos. Esto todos los años. (II Crónicas 9, 24)
Cuando todo acabó, los israelitas que habían estado presentes recorrieron las ciudades de Judá destruyendo los cipos sagrados, las imágenes de Aserá, los lugares de culto de las colinas y los altares en todo Judá, Benjamín, Efraín y Manasés hasta su extinción total. Luego regresaron a sus ciudades, cada uno a su propiedad. (II Crónicas 31, 1)