Encontrados 2150 resultados para: poder en Israel

  • Noche y día le pedimos con renovada insistencia que nos conceda veros personalmente y poder completar así lo que falta todavía a vuestra fe. (I Tesalonicenses 3, 10)

  • En este sentido pedimos sin cesar por vosotros: que nuestro Dios os haga dignos de vuestra vocación y que con su poder lleve a término todos vuestros buenos deseos y la obra de vuestra fe. (II Tesalonicenses 1, 11)

  • Por esto mismo Dios les envía un poder engañoso, que los impulsa a creer en la mentira; (II Tesalonicenses 2, 11)

  • por los reyes y por todos los que gozan de poder, a fin de que podamos disfrutar de una vida pacífica y tranquila con toda piedad y honestidad. (I Timoteo 2, 2)

  • el único que posee la inmortalidad, que habita una luz inaccesible, a quien ningún hombre vio ni puede ver. A él, honor y poder eterno. Amén. (I Timoteo 6, 16)

  • Así pues, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, su prisionero. Al contrario, soporta conmigo los sufrimientos por el evangelio, con la ayuda del poder de Dios, (II Timoteo 1, 8)

  • que siempre están aprendiendo sin poder llegar jamás al conocimiento de la verdad. (II Timoteo 3, 7)

  • de palabra sana, irreprochable, de modo que el adversario quede en vergüenza al no poder alegar contra nosotros nada malo. (Tito 2, 8)

  • que no ha llegado a serlo según la ley de una disposición carnal, sino más bien según el poder de una vida imperecedera. (Hebreos 7, 16)

  • Sin embargo, les dice en tono de recriminación: Vienen días dice el Señor, en que yo haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva, (Hebreos 8, 8)

  • Ésta es la alianza que haré con la casa de Israel, después de aquellos días, dice el Señor. Pondré mis leyes en su mente, las escribiré en su corazón, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. (Hebreos 8, 10)

  • Esto es una imagen del tiempo presente; significa que en su régimen se ofrecen dones y sacrificios que no tienen el poder de hacer perfecto interiormente al que celebra el culto; (Hebreos 9, 9)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina