Encontrados 17 resultados para: pertenecen
El sacerdote lo quemará sobre el altar. Es un alimento quemado, un perfume agradable. Las grasas pertenecen en su totalidad al Señor. (Levítico 3, 16)
Inmolará el cordero en el lugar del santuario donde se inmolan las víctimas por el pecado y el holocausto, pues tanto el sacrificio por el pecado como el de reparación pertenecen al sacerdote como cosa santísima. (Levítico 14, 13)
El sacerdote los ofrecerá con el rito de presentación delante del Señor, junto con el pan de las primicias. Los panes y los dos corderos son cosas consagradas al Señor y pertenecen al sacerdote. (Levítico 23, 20)
Porque los israelitas me pertenecen como siervos; son mis siervos que yo saqué de Egipto: yo, el Señor, vuestro Dios". (Levítico 25, 55)
"Nadie podrá consagrar los primogénitos de su ganado, pues por derecho pertenecen ya al Señor; sea ganado mayor o menor, sus primogénitos son del Señor. (Levítico 27, 26)
Eso mismo harás con todas las ciudades que están muy distantes y no pertenecen a estas naciones. (Deuteronomio 20, 15)
Las cosas ocultas pertenecen al Señor, nuestro Dios, pero las reveladas son para nosotros y nuestros hijos eternamente, para que pongamos en práctica todas las palabras de esta ley. (Deuteronomio 29, 28)
"Esto dice Ben Hadad: Tu plata y tu oro son míos; tus mujeres y tus hijos a ti te pertenecen". (I Reyes 20, 3)
Nuestra carne es igual que la de nuestros hermanos; nuestros hijos son como los suyos; y, sin embargo, nos vemos obligados a someter nuestros hijos y nuestras hijas a la esclavitud. Algunas de nuestras hijas son ya esclavas, sin que podamos impedirlo, ya que nuestros campos y nuestras viñas pertenecen a otros". (Nehemías 5, 5)
De hoy en adelante renuncio para siempre al tercio de la cosecha y a la mitad de la de los árboles frutales que me pertenecen en la región de Judea y en los tres distritos anexionados de Samaría y Galilea; (I Macabeos 10, 30)
Con relación a los otros derechos que percibíamos sobre los diezmos e impuestos sobre las salinas y coronas que nos pertenecen, desde ahora se los perdonamos todos. (I Macabeos 11, 35)
Mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen. (Sabiduría 2, 24)