Encontrados 535 resultados para: palabras humanas

  • Al despedirse sin ponerse de acuerdo unos con otros, Pablo terminó con estas palabras: "Con razón dijo el Espíritu Santo a vuestros padres por medio del profeta Isaías: (Hechos 28, 25)

  • ¡Nunca jamás! Pues es necesario reconocer que Dios es leal y los hombres desleales, como dice la Escritura: Tus palabras demostrarán que eres inocente y saldrás vencedor en el juicio. (Romanos 3, 4)

  • Yo pregunto: ¿Es que no han oído? Sí, lo han oído. Porque dice la Escritura: Por toda la tierra se extendió su voz, y hasta los confines del mundo llegaron sus palabras. (Romanos 10, 18)

  • No me atrevería a hablar de alguna cosa que Cristo no hubiera hecho por medio de mi ministerio para conseguir que los paganos aceptaran el evangelio. Esto se ha conseguido con palabras y acciones, (Romanos 15, 18)

  • porque ésos no sirven a Cristo nuestro Señor, sino a su estómago, y con palabras dulces y agradables engañan a la gente sencilla. (Romanos 16, 18)

  • Así también vosotros, si vuestra lengua no utiliza palabras claras, ¿cómo se entenderá lo que decís? Sería como hablar al aire. (I Corintios 14, 9)

  • Si yo desconozco el significado de las palabras, ni yo le entenderé a él ni él a mí. (I Corintios 14, 11)

  • pero prefiero hablar en la iglesia cinco palabras con sentido, para instruir a los demás, que diez mil palabras en lenguas. (I Corintios 14, 19)

  • Si luché con las fieras en Éfeso con miras humanas, ¿de qué me sirvió? Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, que mañana moriremos. (I Corintios 15, 32)

  • las armas con que lucho no son humanas, sino divinas; capaces de destruir fortalezas, de deshacer las acusaciones (II Corintios 10, 4)

  • fue arrebatado al paraíso, y oyó palabras inefables que el hombre no puede expresar. (II Corintios 12, 4)

  • No digáis palabras groseras; que vuestro lenguaje sea bueno, edificante y oportuno, para que hagáis bien a los que os escuchan. (Efesios 4, 29)


“Faltar com a caridade¨¦ como ferir a pupila dos olhos de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina