Encontrados 215 resultados para: pérdida del arca

  • Levántate, Señor, ven al lugar de tu reposo tú y el arca donde reside tu poder; (Salmos 132, 8)

  • Se dice también en los documentos que el profeta, ilustrado por revelación de Dios, mandó que llevaran tras él el tabernáculo y el arca. Salió hasta el monte a donde Moisés había subido para contemplar la tierra prometida por Dios. (II Macabeos 2, 4)

  • Una vez arriba, Jeremías encontró una caverna y en ella metió el tabernáculo, el arca y el altar del incienso, y cerró la entrada. (II Macabeos 2, 5)

  • con el auxilio de Dios quedó humillado por aquellos mismos que había despreciado; se quitó sus ricas vestiduras, huyó a través de los campos como esclavo fugitivo y llegó a Antioquía, profundamente avergonzado y entristecido por la pérdida de su ejército. (II Macabeos 8, 35)

  • Dime tú, amor de mi vida, dónde estás descansando, dónde llevas el ganado a mediodía, para que yo no ande perdida por los rebaños de tus compañeros. (Cantar 1, 7)

  • Los que eran completamente incrédulos a causa de las artes mágicas, ante la pérdida de sus primogénitos reconocieron que este pueblo era hijo de Dios. (Sabiduría 18, 13)

  • Cesaron los aguaceros y la lluvia tardía no llegó; pero con tu rostro de mujer perdida ni siquiera te has sonrojado. (Jeremías 3, 3)

  • y cuando os hayáis multiplicado y fructificado en el país, en aquellos días -dice el Señor- no se dirá ya: ¿Dónde está el arca de la alianza del Señor? No se pensará más en ella, no se la recordará más, no se echará de menos ni se hará otra nueva. (Jeremías 3, 16)

  • ¡Oh hermosa y delicada, estás perdida, hija de Sión! (Jeremías 6, 2)

  • Buscaré la oveja perdida y haré volver a la descarriada; vendaré a la herida, fortaleceré a la flaca, cuidaré de la gorda y robusta; las apacentaré como es justo. (Ezequiel 34, 16)

  • Consternaos, campesinos; lamentaos, viñadores, por el trigo y la cebada; perdida está la cosecha del campo. (Joel 1, 11)

  • Porque voy a poner en este país a un pastor insensato, que no se preocupará de la oveja perdida, ni buscará la que anda descarriada, ni curará a la herida, ni alimentará a las sanas; sino que comerá la carne de las más gordas y no dejará ni las pezuñas. (Zacarías 11, 16)


“Tente percorrer com toda a simplicidade o caminho de Nosso Senhor e não se aflija inutilmente.” São Padre Pio de Pietrelcina