Encontrados 364 resultados para: oración de salomón

  • Salomón levantó las columnas en el pórtico del santuario; al levantarlas llamó a la de la derecha "yaquín", y a la de la izquierda, "boaz". La parte superior de las columnas tenía forma de flor de loto. (I Reyes 7, 21)

  • Jirán hizo también los calderos, palas y aspersorios. Así terminó Jirán de hacer toda la obra que llevó a cabo para el rey Salomón en el templo del Señor: (I Reyes 7, 40)

  • Salomón colocó todos estos utensilios. Por su grandísima cantidad no se pudo averiguar el peso del bronce. (I Reyes 7, 47)

  • Salomón hizo todos los demás utensilios del templo del Señor: el altar de oro; la mesa de oro, sobre la que se ponían los panes de la proposición; (I Reyes 7, 48)

  • Cuando se terminaron todas las obras que el rey Salomón mandó hacer en el templo llevó todos los objetos que su padre, David, había dedicado al Señor: la plata, el oro, los utensilios, y los depositó en el tesoro del templo del Señor. (I Reyes 7, 51)

  • Salomón convocó en Jerusalén a los ancianos de Israel, a los jefes de las tribus y de las familias israelitas, para llevar el arca de la alianza del Señor, desde Sión, la ciudad de David. (I Reyes 8, 1)

  • Se reunieron en torno al rey Salomón todos los israelitas en la fiesta del mes de etanín, el mes séptimo. (I Reyes 8, 2)

  • El rey Salomón y toda la comunidad israelita, reunidos delante del arca, sacrificaban ovejas y bueyes en cantidad incalculable. (I Reyes 8, 5)

  • Entonces Salomón exclamó: "Tú, Señor, has dicho que vives en la nube oscura. (I Reyes 8, 12)

  • Entonces Salomón se puso delante del altar del Señor en presencia de toda la comunidad israelita, alzó sus manos al cielo y (I Reyes 8, 22)

  • Atiende, Señor, Dios mío, la oración y la súplica que tu siervo eleva hoy a ti; (I Reyes 8, 28)

  • toda oración, toda súplica que te dirija cualquier persona o todo tu pueblo Israel, reconociendo cada uno la plaga de su propio corazón y extendiendo sus manos hacia este templo, (I Reyes 8, 38)


“Mantenha-se sempre muito unido à Igreja Católica, pois somente ela pode lhe dar a verdadeira paz, porque somente ela possui Jesus Sacramentado que é o verdadeiro príncipe da paz.” São Padre Pio de Pietrelcina