Encontrados 174 resultados para: oración de Tobías

  • Porque pronto un hombre irreprochable vino como adalid, empuñando las armas de su propio ministerio, la oración y el incienso expiatorio, y resistió la cólera y puso fin al azote, mostrando así que era siervo tuyo. (Sabiduría 18, 21)

  • El que honra a su padre se alegrará en sus hijos y será escuchado en el día de su oración. (Eclesiástico 3, 5)

  • Pues si te maldice en la amargura de su alma, su hacedor escuchará su oración. (Eclesiástico 4, 6)

  • No seas impaciente en tu oración y no descuides el hacer limosna. (Eclesiástico 7, 10)

  • No seas hablador en la asamblea de ancianos y no repitas palabras en tu oración. (Eclesiástico 7, 14)

  • De mañana se vuelve al Señor, su creador, con todo su corazón, y delante del altísimo derrama su súplica; abre su boca en la oración y pide perdón de sus pecados. (Eclesiástico 39, 5)

  • Si el Señor, el que es grande, lo quiere, será lleno de espíritu de inteligencia; derramará las palabras de su sabiduría, y en su oración alabará al Señor. (Eclesiástico 39, 6)

  • Mi oración fue escuchada, porque me salvaste de la destrucción y me libraste en el momento del peligro. (Eclesiástico 51, 11)

  • El Señor, tu Dios, habrá oído las palabras del general que el rey de Asiria, su señor, mandó a insultar al Dios vivo, y el Señor, tu Dios, lo castigará. Eleva, pues, una oración por el resto que aún subsiste". (Isaías 37, 4)

  • Luego, Ezequías dirigió al Señor esta oración: (Isaías 37, 15)

  • Entonces Isaías, hijo de Amós, mandó a decir a Ezequías: Esto dice el Señor, Dios de Israel: He oído la oración que me has hecho sobre Senaquerib, rey de Asiria; (Isaías 37, 21)

  • "Vete a decir a Ezequías. Esto dice el Señor, Dios de tu padre David: He escuchado tu oración, he visto tus lágrimas y te voy a curar. Dentro de tres días podrás subir al templo del Señor. Y te daré quince años más de vida. (Isaías 38, 5)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina