Encontrados 238 resultados para: ofrenda quemada

  • Toda ofrenda preparada al horno, a la plancha o en la sartén, será también del sacerdote que la ofrezca. (Levítico 7, 9)

  • Pero toda ofrenda, amasada en aceite o seca, será por igual para todos los hijos de Aarón". (Levítico 7, 10)

  • Añadirá esta ofrenda a las hogazas de pan fermentado y al sacrificio de reconciliación ofrecido en acción de gracias. (Levítico 7, 13)

  • De cada ofrenda se reservará una porción como tributo al Señor, la cual será para el sacerdote que haya derramado la sangre del sacrificio de reconciliación. (Levítico 7, 14)

  • "Si la víctima es ofrecida en cumplimiento de un voto o como ofrenda voluntaria, se comerá también el mismo día; pero las sobras podrán comerse al día siguiente. (Levítico 7, 16)

  • Si se come al tercer día la carne del sacrificio de reconciliación, el oferente no será grato; su ofrenda no será tenida en cuenta, y el que haya comido de ella llevará el peso de su falta. (Levítico 7, 18)

  • La carne que haya tocado algo impuro, cualquier cosa que sea, no se podrá comer; deberá ser quemada. Cualquiera que esté puro podrá comer la carne; (Levítico 7, 19)

  • "Di a los israelitas: El que ofrezca al Señor un sacrificio de reconciliación, presentará al Señor como ofrenda una parte de su sacrificio. (Levítico 7, 29)

  • Presentará con sus propias manos la ofrenda que ha de ser quemada, a saber, las grasas y el pecho, para ofrecerlo con el rito de presentación delante del Señor. (Levítico 7, 30)

  • Éste es el ritual del holocausto, de la ofrenda, del sacrificio por el pecado, del sacrificio de reparación, de la consagración y del sacrificio de reconciliación. (Levítico 7, 37)

  • Lavó con agua las entrañas y las patas, y quemó todo el carnero sobre el altar. Era un holocausto, un perfume agradable, una ofrenda quemada en honor del Señor, como el Señor había ordenado a Moisés. (Levítico 8, 21)

  • Lo tomó de nuevo Moisés en sus manos, y lo quemó en el altar sobre el holocausto: era el sacrificio de consagración, perfume agradable, ofrenda quemada en honor del Señor. (Levítico 8, 28)


“Somente por meio de Jesus podemos esperar a salvação.” São Padre Pio de Pietrelcina