Encontrados 25 resultados para: obedecido
Saúl le respondió: "¡Yo he obedecido al Señor! Fui a la expedición a la que él me mandó; he traído a Agag, rey de Amalec, y he exterminado a los amalecitas. (I Samuel 15, 20)
por no haber obedecido al Señor y no haber cumplido su deseo de destruir a Amalec. Por eso el Señor ha hecho esto contigo. (I Samuel 28, 18)
el cual gritó al hombre de Dios que había llegado de Judá: "Por haber sido rebelde a la orden del Señor y no haber obedecido el mandato que te dio el Señor, (I Reyes 13, 21)
le dijo: "Por no haber obedecido a la voz del Señor, cuando te separes de mí, te matará un león". Y apenas se separó de su lado, un león lo encontró y lo mató. (I Reyes 20, 36)
porque no habían obedecido al Señor, su Dios, habían quebrantado su alianza y no habían cumplido lo que les había ordenado Moisés, siervo del Señor. (II Reyes 18, 12)
¡Oh, si hubieras obedecido a mis mandamientos! Tu paz sería como un río y tu justicia como las olas del mar. (Isaías 48, 18)
Nosotros hemos obedecido a la voz de nuestro antepasado Jonadab, hijo de Recab, en todo lo que nos ha ordenado, y así en toda nuestra vida no bebemos vino, ni nosotros, ni nuestras mujeres, (Jeremías 35, 8)
sino que habitamos en tiendas. Hemos obedecido todas las órdenes que nos dio nuestro antepasado Jonadab. (Jeremías 35, 10)
Os he mandado repetidamente, sin cansarme, a mis siervos los profetas para avisaros: Convertíos cada uno de su perverso camino, enmendad vuestra conducta, no vayáis tras dioses extraños, no los adoréis, y de esta forma podréis vivir en la tierra que yo os di a vosotros y a vuestros padres. Pero no habéis obedecido ni me habéis hecho caso. (Jeremías 35, 15)
En cambio, a la comunidad de los recabitas, Jeremías les dijo: "Esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Porque habéis obedecido la orden de vuestro padre Jonadab y, fieles a sus mandatos, habéis practicado cuanto os prescribió, (Jeremías 35, 18)
Sí, con ira y con furor me vengaré de todas las naciones que no han obedecido. (Miqueas 5, 14)
Pero gracias a Dios vosotros, después de haber sido esclavos del pecado, habéis obedecido de todo corazón a la norma de doctrina en la cual habéis sido instruidos; (Romanos 6, 17)