Encontrados 70 resultados para: nueva
Un gigante, descendiente de Rafá, que tenía una lanza que pesaba unos treinta kilos y ceñía una espada nueva, decía que iba a matar a David. (II Samuel 21, 16)
Y va a suceder que, cuando yo me separe de ti, el espíritu del Señor te llevará a un lugar que yo no sé, y después de haber ido a dar la nueva a Ajab, él, al no encontrarte, me matará. Con todo, tu siervo teme al Señor desde su mocedad. (I Reyes 18, 12)
Él contestó: "Traedme una escudilla nueva y poned en ella sal". Y se la trajeron. (II Reyes 2, 20)
De su nueva mujer tuvo a Yobab, Sibiá, Mesá, Malcón, (I Crónicas 8, 9)
Les despojaron de sus armas, les cortaron la cabeza e hicieron publicar la buena nueva por todo el país de los filisteos, a los cuatro vientos, a sus ídolos y al pueblo. (I Crónicas 10, 9)
Y el Señor bendijo la nueva condición de Job más aún que la anterior: llegó a poseer catorce mil ovejas, seis mil camellos, mil yuntas de bueyes y mil asnas. (Job 42, 12)
Pues, así como el arquitecto de una casa nueva tiene que preocuparse de toda la construcción, mientras que los pintores y decoradores sólo se preocupan de la ornamentación, así creo que nos sucede a nosotros. (II Macabeos 2, 29)
Y ya al principio, mientras perecían los gigantes orgullosos, la esperanza del mundo refugiada en una barca pilotada por tu mano legó al mundo semilla de una nueva generación. (Sabiduría 14, 6)
Mirad, yo voy a hacer una cosa nueva; ya despunta, ¿no lo notáis? Sí, en el desierto abriré un camino, y ríos en la tierra seca. (Isaías 43, 19)
El espíritu del Señor Dios está en mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado a llevar la buena nueva a los pobres, a curar los corazones oprimidos, a anunciar la libertad a los cautivos, la liberación a los presos; (Isaías 61, 1)
Porque yo voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva, y no se volverá a recordar el pasado, ni vendrá siquiera a las mentes. (Isaías 65, 17)
Porque, lo mismo que el cielo nuevo y la nueva tierra que yo creo subsisten ante mí -dice el Señor-, así subsistirán vuestra raza y vuestro nombre. (Isaías 66, 22)
