Encontrados 914 resultados para: muros de la ciudad

  • Josué pronunció este juramento delante del Señor: "Maldito el hombre que venga a edificar esta ciudad. Pondrá los cimientos sobre su primogénito, y sobre su hijo menor levantará las puertas". (Josué 6, 26)

  • El Señor dijo a Josué: "No tengas miedo ni te acobardes. Toma contigo todos los hombres de guerra, levántate y sube contra Ay. Mira, yo pongo en tus manos al rey de Ay, a su pueblo, su ciudad y su tierra. (Josué 8, 1)

  • Tratarás a Ay y a su rey como trataste a Jericó y a su rey. Sólo tomaréis para vosotros el botín y el ganado. Tiende una emboscada contra la ciudad por detrás". (Josué 8, 2)

  • después de haberles dado esta orden: "¡Atención! Tenderéis una emboscada contra la ciudad, pero por detrás; no os alejéis mucho de la ciudad, y estad preparados. (Josué 8, 4)

  • Yo y todo el pueblo que me acompaña nos acercaremos a la ciudad y, cuando ellos salgan a nuestro encuentro como la primera vez, huiremos ante ellos. (Josué 8, 5)

  • Ellos saldrán en nuestra persecución, y así los alejaremos de la ciudad, porque se dirán: Huyen delante de nosotros como la primera vez. (Josué 8, 6)

  • Entonces vosotros saldréis de la emboscada para tomar la ciudad. El Señor, vuestro Dios, la pondrá en vuestras manos. (Josué 8, 7)

  • Una vez que hayáis tomado la ciudad, le prenderéis fuego. Éstas son las órdenes que debéis cumplir. ¡Atención! Soy yo el que os lo mando". (Josué 8, 8)

  • Todos los hombres de guerra que estaban con él subieron, se acercaron, llegaron frente a la ciudad y acamparon al norte de Ay. Entre él y Ay había un valle. (Josué 8, 11)

  • Josué tomó unos cinco mil hombres y los colocó en emboscada entre Betel y Ay, al poniente de la ciudad. (Josué 8, 12)

  • El pueblo estaba acampado al norte de la ciudad, y la emboscada al poniente. Josué pasó aquella noche en el campamento. (Josué 8, 13)

  • Cuando el rey de Ay vio la situación, salió a toda prisa a presentar batalla contra Israel, él y todo su pueblo, en la pendiente de frente a la Arabá; pero sin saber que le habían tendido una emboscada por detrás de la ciudad. (Josué 8, 14)


“Agradeça sempre ao Pai eterno por sua infinita misericórdia”. São Padre Pio de Pietrelcina