Encontrados 131 resultados para: muralla de Jericó

  • Después de esto restauró la muralla exterior de la ciudad de David, al occidente de Guijón, en el valle, hasta la puerta de los Peces, la cual rodeaba al Ofel y era muy alta. Puso jefes militares en todas las ciudades fortificadas de Judá. (II Crónicas 33, 14)

  • de Jericó, trescientos cuarenta y cinco; (Esdras 2, 34)

  • Tatenay, gobernador de Transeufratina, Setar Boznay y sus colegas fueron a decirles: "¿Quién os ha autorizado a reconstruir el templo y la muralla?". (Esdras 5, 3)

  • Nosotros hemos preguntado a los dirigentes quién les había autorizado a reconstruir el templo y la muralla. (Esdras 5, 9)

  • Me dijeron: "Los supervivientes del destierro que quedan allí, en la provincia, se encuentran en gran estrechez y humillación; la muralla de Jerusalén está destrozada y sus puertas destruidas por el fuego". (Nehemías 1, 3)

  • y una carta dirigida a Asaf, el guarda del parque real, para que me dé madera de construcción para las puertas de la ciudadela del templo, para la muralla de la ciudad y la casa en que he de habitar yo". El rey me lo concedió, porque mi Dios me protegía. (Nehemías 2, 8)

  • Salí, pues, de noche, por la puerta del Valle, me dirigí hacia la fuente del Dragón y luego a la puerta del Muladar, inspeccionando la muralla de Jerusalén destruida y las puertas consumidas por el fuego. (Nehemías 2, 13)

  • volví a subir de noche por el torrente, inspeccionando siempre la muralla, hasta la puerta del Valle. Por allí regresé a casa, (Nehemías 2, 15)

  • Después les dije: "Ya veis la triste situación en que nos encontramos: Jerusalén destruida, sus puertas consumidas por el fuego. Venid, reconstruyamos la muralla de Jerusalén y no seremos más objeto de escarnio". (Nehemías 2, 17)

  • A su lado trabajaron los hombres de Jericó y, después de éstos, Zacur, hijo de Imrí. (Nehemías 3, 2)

  • A continuación trabajó Uziel, hijo de Jarjayas, del gremio de los orfebres, y después de él Jananías, del gremio de los perfumistas; ellos reconstruyeron Jerusalén hasta la muralla de la plaza. (Nehemías 3, 8)

  • Janún y los habitantes de Zanóaj restauraron la puerta del Valle; la construyeron y colocaron sus hojas, cerraduras y barras; repararon también quinientos metros de la muralla hasta la puerta del Muladar. (Nehemías 3, 13)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina