Encontrados 544 resultados para: muerte de Abner

  • ¿No sabéis que, al quedar unidos a Cristo mediante el bautismo, hemos quedado unidos a su muerte? (Romanos 6, 3)

  • Pues si hemos llegado a ser una misma cosa con él por una muerte semejante a la suya, también lo seremos por una resurrección parecida. (Romanos 6, 5)

  • sabemos que Cristo, resucitado de entre los muertos, ya no vuelve a morir, la muerte ya no tiene dominio sobre él. (Romanos 6, 9)

  • ¿No sabéis que al entregaros a alguien como esclavos para obedecerle, sois esclavos de aquel a quien obedecéis? Si obedecéis al pecado, terminaréis en la muerte; y si obedecéis a Dios, en la justicia. (Romanos 6, 16)

  • ¿Qué frutos lograbais entonces? Aquellos de los que ahora os avergonzáis, porque su fin es la muerte. (Romanos 6, 21)

  • Porque el salario del pecado es la muerte; pero el don de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. (Romanos 6, 23)

  • Pues cuando seguíamos nuestros bajos instintos, la ley avivaba nuestras pasiones pecaminosas, que producían en nuestro cuerpo frutos de muerte. (Romanos 7, 5)

  • y yo quedé muerto. Así resultó que el mandamiento, que debía darme la vida, me trajo la muerte. (Romanos 7, 10)

  • Porque el pecado, apoyándose en el mandamiento, me engañó y me causó la muerte. (Romanos 7, 11)

  • Y lo que es bueno, ¿ha sido muerte para mí? Nada de eso. Lo que pasa es que el pecado para demostrar que es pecado, valiéndose de lo bueno, me causó la muerte. De este modo, por medio del mandamiento, quedó plenamente demostrada la perversidad del pecado. (Romanos 7, 13)

  • Porque la ley del espíritu, que da la vida en Cristo Jesús, me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. (Romanos 8, 2)

  • Porque el deseo de la carne es la muerte, pero el pensamiento del espíritu es la vida y la paz. (Romanos 8, 6)


“Agradeça sempre ao Pai eterno por sua infinita misericórdia”. São Padre Pio de Pietrelcina