Encontrados 136 resultados para: milagros de Tobías

  • Cuando transcurrieron los catorce días de boda que Ragüel había prometido celebrar en honor de su hija, Tobías dijo a Ragüel: "Déjame ya marchar. Sé que mis padres están pensando que no me verán más. Te ruego que me permitas marchar a casa de mi padre. Ya te he dicho cómo lo dejé". (Tobías 10, 8)

  • Pero Ragüel le decía: "Quédate, hijo mío, quédate todavía conmigo, que yo mandaré emisarios a tu padre para darle noticias de ti". Tobías respondió: "No, no; te ruego que me dejes partir para llegar cuanto antes a casa de mi padre". (Tobías 10, 9)

  • Edna, a su vez, dijo a Tobías: "Hijo y hermano querido, quiera el Señor que vuelvas y que yo vea a vuestros hijos antes de morir. Confío mi hija a tu protección. No la hagas sufrir. Vete en paz. Desde ahora yo soy tu madre, y Sara, tu mujer. Que vivamos todos felices durante toda nuestra vida". Los besó y los dejó partir en paz. (Tobías 10, 13)

  • Feliz y dichoso salió Tobías de casa de Ragüel, bendiciendo al Señor de cielos y tierra, rey del universo, por haber llevado a feliz éxito su viaje. Y bendijo a Ragüel y Edna: "Que el Señor me conceda honraros todos los días de mi vida". (Tobías 10, 14)

  • Cuando se acercaron a Caserín, que está enfrente de Nínive, dijo Rafael a Tobías: (Tobías 11, 1)

  • Rafael había dicho a Tobías antes de llegar a casa de su padre: "Sus ojos se abrirán. (Tobías 11, 7)

  • Tobías fue a su encuentro con la hiel del pez en la mano; le sopló en los ojos, lo abrazó y le dijo: "Ánimo, padre". Después le aplicó el remedio, que le provocó escozor. (Tobías 11, 11)

  • "Bendito sea Dios, bendito sea su glorioso nombre, benditos sean todos sus santos ángeles. Que su nombre glorioso nos proteja. Porque el Señor me había castigado, pero ha tenido compasión de mí y ahora puedo ver a mi hijo Tobías". (Tobías 11, 14)

  • Tobías entró en casa muy contento, alabando a Dios con todas sus fuerzas. Después contó a su padre el éxito de su viaje, que traía el dinero, que se había casado con Sara, hija de Ragüel, la cual estaba ya a las puertas de Nínive. (Tobías 11, 15)

  • Después se acercó a Sara, mujer de Tobías, y la bendijo así: "Bienvenida seas, hija mía. Benditos sean tus padres, bendito Tobías, mi hijo, y bendita tú, hija mía. Entra en tu casa, bienvenida seas; a ti la bendición y la alegría; entra, hija mía". (Tobías 11, 17)

  • Cuando terminó la boda, Tobit llamó a su hijo Tobías y le dijo: "Hijo mío, piensa cuánto debes dar al hombre que te acompañó y cuánto debes añadir a lo convenido". (Tobías 12, 1)

  • Tobías contestó: "¿Cuánto tendré que darle? No saldría perjudicado dándole la mitad de todo lo que hemos traído. (Tobías 12, 2)


“Que Maria seja toda a razão da sua existência e o guie ao porto seguro da eterna salvação. Que Ela lhe sirva de doce modelo e inspiração na virtude da santa humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina