Encontrados 16 resultados para: mar fundido

  • Bien pronto se han apartado del camino que yo les había trazado; han hecho un becerro fundido y lo han adorado; le han ofrecido sacrificios y han dicho: Israel, éste es tu Dios, el que te sacó de Egipto". (Exodo 32, 8)

  • No te fabricarás dios alguno de metal fundido. (Exodo 34, 17)

  • No os vayáis tras los ídolos, y no os hagáis dioses de metal fundido: yo, el Señor, vuestro Dios. (Levítico 19, 4)

  • Cuando hayáis pasado el Jordán hacia la tierra de Canaán, echaréis lejos de vosotros a todos los habitantes de la tierra, destruiréis todas sus estatuas de piedra e imágenes de metal fundido y destruiréis todas sus colinas sagradas. (Números 33, 52)

  • y me dijo: Levántate y baja rápido de aquí, porque tu pueblo, el que has sacado de Egipto, ha prevaricado: pronto se ha desviado del camino que yo le ordené y se han hecho una imagen de metal fundido. (Deuteronomio 9, 12)

  • Cuando vi que habíais pecado contra el Señor, vuestro Dios, y que os habíais hecho un becerro de metal fundido, apartándoos bien pronto del camino que os había señalado el Señor, (Deuteronomio 9, 16)

  • ¡Maldito el hombre que haga un ídolo tallado o fundido, cosa horrible para el Señor, obra de artífice, y lo ponga en lugar oculto! Y todo el pueblo responderá: ¡Amén! (Deuteronomio 27, 15)

  • Hizo dos capiteles de bronce fundido, para ponerlos sobre las columnas, ambos de dos metros y medio. (I Reyes 7, 16)

  • Abandonaron todos los preceptos del Señor, su Dios, se hicieron dos becerros de bronce fundido y un cipo sagrado y adoraron a todos los astros del cielo y a Baal. (II Reyes 17, 16)

  • Ni cuando se fabricaron un becerro de metal fundido y dijeron: ¡Éste es tu dios, que te ha sacado de Egipto!, cometiendo graves blasfemias. (Nehemías 9, 18)

  • ¿Extiendes con él la bóveda del cielo, sólido como espejo de metal fundido? (Job 37, 18)

  • En Horeb se hicieron un becerro, adoraron al metal fundido, (Salmos 106, 19)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina