Encontrados 96 resultados para: maldad

  • Samuel les dijo: "No tengáis miedo; es verdad que habéis cometido esa gran maldad; pero ahora no os apartéis del Señor y servidle con todo vuestro corazón. (I Samuel 12, 20)

  • Mira, padre mío, mira la orla de tu manto en mi mano. Puesto que he cortado la orla de tu manto y no te he matado, reconoce claramente que no hay en mí maldad ni rebeldía. Yo no he pecado contra ti; tú, por el contrario, me acechas para quitarme la vida. (I Samuel 24, 12)

  • Cuando David supo que Nabal había muerto, dijo: "Bendito sea el Señor, que me ha hecho justicia del insulto que recibí de Nabal; impidió a su siervo hacer el mal e hizo recaer la maldad de Nabal sobre su cabeza". Después David mandó a decir a Abigaíl que quería casarse con ella. (I Samuel 25, 39)

  • Y añadió: "Bien sabes todo el mal que hiciste a David, mi padre; tu corazón lo reconoce; el Señor haga recaer tu maldad sobre tu cabeza. (I Reyes 2, 44)

  • escucha tú desde el cielo, intervén y haz justicia a tus siervos, condena al culpable haciendo recaer su maldad sobre su cabeza, y absuelve al inocente retribuyéndole conforme a su inocencia. (I Reyes 8, 32)

  • escucha tú desde el cielo, intervén y haz justicia a tus siervos; condena al culpable haciendo recaer su maldad sobre su cabeza y absuelve al inocente retribuyéndole conforme a su inocencia. (II Crónicas 6, 23)

  • Has sido justo en todo lo que nos ha sobrevenido, porque tú has demostrado tu lealtad, y nosotros, en cambio, nuestra maldad. (Nehemías 9, 33)

  • Hablo por lo que he visto. Los que labran maldad y siembran aflicción, de ellas cosechan. (Job 4, 8)

  • ¿No es, más bien, grande tu maldad? ¿No son incontables tus delitos? (Job 22, 5)

  • ¿No es para el injusto la desgracia, y la desventura para los agentes de maldad? (Job 31, 3)

  • No hay tiniebla ni sombra mortal donde esconderse puedan los que obran la maldad. (Job 34, 22)

  • A un hombre igual que tú afecta tu maldad, a un hijo de hombre tu justicia. (Job 35, 8)


“Mesmo a menor transgressão às leis de Deus será levada em conta.” São Padre Pio de Pietrelcina