Encontrados 2415 resultados para: lista de hijos de los siervos del templo

  • A los hijos de sus concubinas les hizo donaciones y, antes de morir, los envió lejos de Isaac, su hijo, hacia levante. (Génesis 25, 6)

  • Sus hijos, Isaac e Ismael, lo enterraron en la cueva de Macpela, en el campo de Efrón, hijo de Sojar, el hitita, enfrente de Mambré. (Génesis 25, 9)

  • Tales son los hijos de Ismael, y tales sus nombres según sus poblados y campamentos: doce jefes de tribus. (Génesis 25, 16)

  • Sus hijos habitaron desde Javilá hasta Sur, enfrente de Egipto, según se va a Asiria. Él se estableció enfrente de todos sus hermanos. (Génesis 25, 18)

  • Aquel mismo día vinieron sus siervos y le comunicaron lo del pozo que habían abierto; le dijeron: "Hemos encontrado agua"; (Génesis 26, 32)

  • Que los pueblos te sirvan y las naciones se inclinen ante ti. Sé señor de tus hermanos e inclínense ante ti los hijos de tu madre. Maldito sea el que te maldiga y bendito el que te bendiga". (Génesis 27, 29)

  • Isaac le respondió: "Yo le he constituido señor tuyo y le he dado por siervos a todos sus hermanos; le he provisto de trigo y de vino, ¿qué puedo hacer ahora por ti, hijo mío?". (Génesis 27, 37)

  • y se olvide de lo que le has hecho. Entonces yo mandaré a buscarte. ¿Por qué tendría yo que perder a los dos hijos en un mismo día?". (Génesis 27, 45)

  • Concibió otra vez, dio a luz un tercer hijo, y dijo: "Ahora sí que se aficionará a mí mi marido, porque le he dado tres hijos". Por ello le puso el nombre de Leví. (Génesis 29, 34)

  • Volvió a concebir y dio a luz un cuarto hijo, y dijo: "Esta vez alabaré al Señor". Por eso le llamó Judá. Después dejó de tener hijos. (Génesis 29, 35)

  • Viendo Raquel que no daba hijos a Jacob, tuvo envidia de su hermana y dijo a Jacob: "Dame hijos, si no me muero". (Génesis 30, 1)

  • Y ella respondió: "Ahí tienes a mi esclava Bihlá, llégate a ella. Ella dará a luz sobre mis rodillas, y así yo también tendré hijos por medio de ella". (Génesis 30, 3)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina