Encontrados 57 resultados para: juro
Por mí mismo lo juro; de mi boca sale la verdad, una palabra irrevocable: Ante mí se doblará toda rodilla, toda lengua jurará por mí, (Isaías 45, 23)
Me pasa como en los días de Noé, cuando juré que las aguas de Noé no volverían a anegar la tierra: así ahora juro no irritarme más contra ti, no volverte a amenazar. (Isaías 54, 9)
Pero si no escucháis estas palabras, por mí mismo juro -dice el Señor- que esta casa será reducida a un montón de escombros. (Jeremías 22, 5)
Entonces el rey Sedecías juró en secreto a Jeremías: "¡Vive Dios que nos ha dado el aliento, que no te mataré ni te entregaré en poder de esos que andan buscando tu muerte!". (Jeremías 38, 16)
Godolías, hijo de Ajicán, hijo de Safán, les juró a ellos y a su gente: "No temáis estar sometidos a los caldeos. Quedaos en el país, sujetos al rey de Babilonia, y os irá bien. (Jeremías 40, 9)
Pero escuchad la palabra del Señor todos los judíos que vivís en Egipto: Yo también juro por mi gran nombre -dice el Señor- que no se pronunciará más mi nombre en Egipto por ningún judío que diga: ¡Vive el Señor Dios! (Jeremías 44, 26)
Te lo juro, dice el Señor Dios: Tú has profanado mi santuario con tus ídolos y tus monstruosidades, pero también yo caeré sin misericordia y sin piedad. (Ezequiel 5, 11)
y se encontraran allí esos tres hombres, lo juro, dice el Señor Dios, que ni a sus hijos ni a sus hijas salvarían; sólo se salvarían ellos, y el país quedaría igualmente convertido en un desierto. (Ezequiel 14, 16)
si se encontrasen allí aquellos tres hombres, lo juro, dice el Señor Dios, que no salvarían ni a sus hijos ni a sus hijas, sólo se salvarían ellos. (Ezequiel 14, 18)
si se encontrasen entre ellos Noé, Daniel y Job, lo juro, dice el Señor Dios, que no salvarían ni a sus hijos ni a sus hijas, sólo se salvarían ellos debido a su justicia". (Ezequiel 14, 20)
Te juro, dice el Señor Dios, que tu hermana Sodoma y sus hijas no fueron tan perversas como tú y tus hijas. (Ezequiel 16, 48)
Por tanto, esto dice el Señor Dios: Le juro que el juramento mío que ha menospreciado, mi pacto que ha roto haré que recaiga sobre su cabeza. (Ezequiel 17, 19)