Encontrados 13 resultados para: jornalero

  • No oprimas ni explotes a tu prójimo; no retengas el salario del jornalero hasta la mañana siguiente. (Levítico 19, 13)

  • Lo que produzca la tierra durante su descanso os servirá de comida a ti, a tu siervo y a tu sierva, a tu jornalero y al extranjero residente, a los que viven contigo. (Levítico 25, 6)

  • será para ti como un jornalero o un huésped, y estará a tu servicio hasta el año jubilar. (Levítico 25, 40)

  • Contará, de acuerdo con el comprador, los años que median entre la venta y el año jubilar y, de acuerdo con el número de éstos, se computará el precio de venta, valorando su tiempo de servicio como el de un jornalero. (Levítico 25, 50)

  • Será considerado como un jornalero que se ajusta por año de trabajo. No permitirás que se le trate con dureza delante de tus ojos. (Levítico 25, 53)

  • No te pese darle la libertad, pues sus seis años de servicio te han valido ya el doble del salario de un jornalero, y el Señor, tu Dios, te bendecirá en todo lo que hagas. (Deuteronomio 15, 18)

  • ¿No es un servicio la vida del hombre en la tierra? ¿No son sus días, días de jornalero? (Job 7, 1)

  • No maltrates al siervo fiel en el trabajo, ni al jornalero que se sacrifica. (Eclesiástico 7, 20)

  • Mata al prójimo quien le quita el sustento, y derrama sangre quien priva de su salario al jornalero. (Eclesiástico 34, 22)

  • Pero ahora el Señor dice: En tres años -tres años como los de un jornalero- el esplendor de Moab, con toda su enorme multitud, será humillado; y los supervivientes serán pocos, débiles e impotentes. (Isaías 16, 14)

  • Sí, esto me ha dicho el Señor: Dentro de un año -año como el de un jornalero- habrá desaparecido todo el esplendor de Quedar; (Isaías 21, 16)

  • Sembráis mucho y recogéis poco, coméis y no os saciáis, bebéis y no os hartáis, os vestís y no os calentáis, y el que se contrata de jornalero guarda su jornal en bolso roto. (Ageo 1, 6)


“Se você não entrega seu coração a Deus, o que lhe entrega?” “Você deve seguir outra estrada. Tire de seu coração todas as paixões deste mundo, humilhe-se na poeira e reze! Dessa forma, certamente você encontrará Deus, que lhe dará paz e serenidade nesta vida e a eterna beatitude na próxima.” São Padre Pio de Pietrelcina