Encontrados 354 resultados para: jefes
Con cartas de mano del rey y sus jefes, los correos recorrieron todo Israel y Judá proclamando la orden del rey: "Israelitas, convertíos al Señor, Dios de Abrahán, de Isaac y de Israel, para que él vuelva a estar con todos los que habéis escapado de la mano de los reyes de Asiria. (II Crónicas 30, 6)
Todos los de Judá estuvieron de acuerdo en cumplir la orden del rey y de los jefes como lo había mandado el Señor. (II Crónicas 30, 12)
porque Ezequías, rey de Judá, les regaló mil toros y siete mil ovejas, más otros mil toros y diez mil ovejas que habían regalado los jefes; muchos sacerdotes se habían purificado ya. (II Crónicas 30, 24)
Cuando Ezequías y sus jefes vieron tantos montones, bendijeron al Señor y a su pueblo Israel. (II Crónicas 31, 8)
decidió, de acuerdo con sus jefes y sus oficiales, cegar las fuentes que había fuera de la ciudad. (II Crónicas 32, 3)
Puso jefes militares al frente del pueblo, reunió a todos en la plaza de la puerta de la ciudad y les dirigió a todos esta arenga: (II Crónicas 32, 6)
y el Señor envió a un ángel, que aniquiló a todos los soldados, jefes y oficiales del campamento del rey de Asiria, el cual se vio obligado a regresar lleno de vergüenza a su tierra, donde murió asesinado a golpe de espada por sus propios hijos cuando estaba en el templo de su dios. (II Crónicas 32, 21)
Entonces el Señor hizo venir contra ellos a los jefes del ejército del rey de Asiria, los cuales apresaron a Manasés con grillos y, cargado de cadenas, lo condujeron a Babel. (II Crónicas 33, 11)
Después de esto restauró la muralla exterior de la ciudad de David, al occidente de Guijón, en el valle, hasta la puerta de los Peces, la cual rodeaba al Ofel y era muy alta. Puso jefes militares en todas las ciudades fortificadas de Judá. (II Crónicas 33, 14)
Los jefes de los levitas, Conanías, Semayas y su hermano Natanael, Jasabías, Yeiel y Yozabad, dieron a los levitas, para celebrar la pascua, 5.000 corderos y 500 bueyes. (II Crónicas 35, 9)
Igualmente, todos los jefes de los sacerdotes y del pueblo multiplicaron las infidelidades, siguiendo las prácticas abominables de las naciones y profanando el templo que el Señor se había consagrado en Jerusalén. (II Crónicas 36, 14)
Nabucodonosor se llevó para Babilonia los objetos del templo de Dios, grandes y pequeños; los tesoros del templo y los tesoros del rey y a sus jefes. (II Crónicas 36, 18)