Encontrados 1948 resultados para: jacó hijo de isaac

  • Cuando llegaron al lugar que Dios le había indicado, Abrahán levantó un altar; preparó la leña, ató a su hijo Isaac y lo puso sobre el altar encima de la leña. (Génesis 22, 9)

  • Luego tomó el cuchillo para sacrificar a su hijo. (Génesis 22, 10)

  • Y el ángel le dijo: "No lleves tu mano sobre el muchacho, ni le hagas mal alguno. Ya veo que temes a Dios, porque no me has negado a tu hijo, tu hijo único". (Génesis 22, 12)

  • Abrahán alzó los ojos y vio a sus espaldas un carnero enredado por los cuernos en un matorral. Tomó el carnero y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. (Génesis 22, 13)

  • y le dijo: "Juro por mí mismo, palabra del Señor, que, por haber hecho esto y no haberme negado tu hijo único, (Génesis 22, 16)

  • y les habló de esta manera: "Si estáis de acuerdo en que yo sepulte a mi difunta, escuchadme: interceded por mí ante Efrón, el hijo de Sójar, (Génesis 23, 8)

  • Quiero que me jures por el Señor, Dios del cielo y de la tierra, que no tomarás para mi hijo una mujer de entre las hijas de los cananeos entre las cuales habito, (Génesis 24, 3)

  • sino que irás a mi tierra, adonde están los míos, a tomar una mujer para mi hijo Isaac". (Génesis 24, 4)

  • El criado le respondió: "Y si la mujer no quiere venir conmigo a esta tierra, ¿he de llevar a tu hijo a la tierra de donde saliste?". (Génesis 24, 5)

  • Abrahán respondió: "Guárdate de llevar a mi hijo allá. (Génesis 24, 6)

  • El Señor, Dios del cielo y de la tierra, que me sacó de la casa de mi padre y de la tierra de mi familia, que me habló y me juró diciéndome: Yo daré esta tierra a tu descendencia, él enviará su ángel delante de ti, para que tomes de allí mujer para mi hijo. (Génesis 24, 7)

  • Y si la mujer no quiere venir contigo, quedarás libre de este juramento que me haces, pero de ningún modo lleves allí a mi hijo". (Génesis 24, 8)


“Quando te encontrares diante de Deus, na oração considera-te banhado na luz da verdade, fala-lhe se puderes, deixa simplesmente que te veja e não tenhas preocupação alguma”. São Padre Pio de Pietrelcina