Encontrados 27 resultados para: irás

  • sino que irás a mi tierra, adonde están los míos, a tomar una mujer para mi hijo Isaac". (Génesis 24, 4)

  • sino que irás a la casa de mi padre, a mi familia, y de allí tomarás mujer para mi hijo. (Génesis 24, 38)

  • Ellos escucharán tu voz. Tú con los ancianos de Israel irás al rey de Egipto y le diréis: El Señor, Dios de los hebreos, se nos ha aparecido; déjanos ir a tres días de camino por el desierto para ofrecer sacrificios al Señor nuestro Dios. (Exodo 3, 18)

  • Dios dijo a Balaán: "Tú no irás con ellos ni maldecirás a ese pueblo, que es bendito". (Números 22, 12)

  • Cuando la hayas contemplado, irás a reunirte con los tuyos, como Aarón, tu hermano, (Números 27, 13)

  • lo convertirás en dinero y, tomándolo en tu mano, irás al lugar elegido por el Señor, tu Dios. (Deuteronomio 14, 25)

  • Si te encuentras en tu ciudad con una causa difícil, de homicidio, peleas, lesiones u otro litigio cualquiera, irás al lugar elegido por el Señor, tu Dios, (Deuteronomio 17, 8)

  • tomarás las primicias de todos los frutos del suelo que hayas hecho germinar en la tierra que el Señor, tu Dios, te da, las pondrás en una cesta e irás con ella al lugar elegido por el Señor, tu Dios, para hacer habitar en él su nombre. (Deuteronomio 26, 2)

  • Una vez que subas a la montaña, morirás e irás a reunirte con tus padres, como Aarón, tu hermano, murió en Hor de la Montaña y fue a reunirse con los suyos. (Deuteronomio 32, 50)

  • El rey de Israel dijo a Josafat: "Yo iré disfrazado a la batalla, pero tú irás con tu vestidura real". Y se disfrazó y entró en batalla. (I Reyes 22, 30)

  • Cuando llegues, irás a ver a Jehú, hijo de Josafat y nieto de Nimsí; entra, hazle levantar en medio de sus camaradas y llévalo a una estancia más apartada. (II Reyes 9, 2)

  • El rey de Israel dijo a Josafat: "Yo iré disfrazado a la batalla, pero tú irás con tu vestidura real". Y el rey de Israel se disfrazó y entró en batalla. (II Crónicas 18, 29)


“Não queremos aceitar o fato de que o sofrimento é necessário para nossa alma e de que a cruz deve ser o nosso pão cotidiano. Assim como o corpo precisa ser nutrido, também a alma precisa da cruz, dia a dia, para purificá-la e desapegá-la das coisas terrenas. Não queremos entender que Deus não quer e não pode salvar-nos nem santificar-nos sem a cruz. Quanto mais Ele chama uma alma a Si, mais a santifica por meio da cruz.” São Padre Pio de Pietrelcina