Encontrados 24 resultados para: innumerables

  • Pero cuando caigan sobre ellos innumerables sufrimientos y desgracias, este cántico servirá de testimonio contra ellos, pues sus descendientes no lo habrán olvidado. Yo conozco las malas inclinaciones que ya hoy tiene, aun antes de entrar en la tierra que les prometí con juramento". (Deuteronomio 31, 21)

  • Subían con sus rebaños y tiendas como una nube de langosta y lo destruían todo; sus camellos eran innumerables. (Jueces 6, 5)

  • Los madianitas, los amalecitas y la gente de oriente estaban desplegados en el valle, tan numerosos como langostas; sus camellos eran innumerables, como la arena que hay a orillas del mar. (Jueces 7, 12)

  • Se hizo con cantidades incontables de camellos, asnos y mulos, acémilas e innumerables ovejas, bueyes y cabras para el abastecimiento. (Judit 2, 17)

  • Toros innumerables me acorralan, me acosan los toros de Basán; (Salmos 22, 13)

  • mis enemigos me acosan sin cesar, innumerables son los que me atacan. (Salmos 56, 3)

  • escuadrones de caballería en orden de batalla, choques y asaltos de unos contra otros, vibración de escudos, lanzas innumerables, espadas desenvainadas, tiros de flechas, brillar de armaduras y corazas de toda especie. (II Macabeos 5, 3)

  • Mira, sólo esto es lo que he comprobado: Dios ha hecho al hombre recto, y es él quien se busca innumerables complicaciones. (Eclesiastés 7, 29)

  • Todos sin excepción tenían muertos innumerables, heridos por un mismo género de muerte; y los vivos no bastaban para enterrarlos, ya que, en un instante, lo más noble de su linaje había sido destruido. (Sabiduría 18, 12)

  • La vida del hombre dura poco, mas los días de Israel son innumerables. (Eclesiástico 37, 25)

  • Su país está lleno de oro y plata, y sus tesoros son innumerables. Su país está lleno de caballos; innumerables son sus carros. (Isaías 2, 7)

  • Por medio de tus esbirros has insultado al Señor, has dicho: Con mis innumerables carros he subido a la cima de los montes, hasta las cumbres últimas del Líbano; he talado sus altísimos cedros y sus más imponentes cipreses; he llegado hasta sus últimos rincones, hasta la espesura de su bosque. (Isaías 37, 24)


“O Senhor sempre orienta e chama; mas não se quer segui-lo e responder-lhe, pois só se vê os próprios interesses. Às vezes, pelo fato de se ouvir sempre a Sua voz, ninguém mais se apercebe dela; mas o Senhor ilumina e chama. São os homens que se colocam na posição de não conseguir mais escutar.” São Padre Pio de Pietrelcina