Encontrados 12 resultados para: infortunio

  • Yabés invocó al Dios de Israel, diciendo: "Bendíceme, ensancha mi territorio, ayúdame, aleja de mí el infortunio y pon fin a mi aflicción". Dios le concedió todo lo que había pedido. (I Crónicas 4, 10)

  • ¿Me alegré del infortunio de mi enemigo? ¿Me gocé cuando el mal le abatía? (Job 31, 29)

  • Piedad, Dios mío; ten piedad de mí, pues mi refugio lo he buscado en ti; me refugio a la sombra de tus alas hasta que haya pasado el infortunio. (Salmos 57, 2)

  • para que esté tranquilo en los días de infortunio mientras se cava una fosa para los criminales. (Salmos 94, 13)

  • Cuando vienen a menos y decaen a causa de la opresión, el infortunio o la desgracia, (Salmos 107, 39)

  • escuche vuestras súplicas, se reconcilie con vosotros y no os deje en los momentos de infortunio. (II Macabeos 1, 5)

  • El que guarda sus mandatos no experimenta el infortunio, y el sabio sabe cuándo y cómo debe guardarlos. (Eclesiastés 8, 5)

  • El hombre no conoce su hora: como los peces que son apresados en la red fatal y como los pájaros que se enredan en el lazo, así los hombres se dejan enredar por el infortunio cuando de improviso cae sobre ellos. (Eclesiastés 9, 12)

  • Endereza tu corazón y manténte firme, en tiempo de infortunio no te inquietes. (Eclesiástico 2, 2)

  • Hay éxitos que el hombre encuentra en el infortunio, y hay hallazgos imprevistos que se truecan en daño. (Eclesiástico 20, 9)

  • También sus mercenarios, dentro de ella, son como novillos bien cebados; mas ellos también vuelven la espalda y huyen todos a una, sin poder resistir, porque cae sobre ellos el día de su infortunio, la hora de su castigo. (Jeremías 46, 21)

  • ¡No existe ya la fama de Moab! En Jesbón se maquina su infortunio: ¡Vamos a suprimirla de entre las naciones! También tú, Madmén, vas a caer; ya la espada está vuelta contra ti. (Jeremías 48, 2)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina