Encontrados 15 resultados para: inferior

  • Cada una de las tres parejas de brazos tendrá un cáliz en su parte inferior; los seis exactamente igual. (Exodo 25, 35)

  • Harás otros dos anillos de oro, que fijarás a las dos hombreras del efod en su parte inferior delantera, a ras de la juntura, por encima del cinturón del efod. (Exodo 28, 27)

  • En su vuelo inferior pondrás granadas de púrpura violeta, púrpura escarlata y carmesí y, entre ellas, todo alrededor, campanillas de oro. (Exodo 28, 33)

  • cada una de las tres parejas de brazos tenía un cáliz en su parte inferior; los seis exactamente igual. (Exodo 37, 21)

  • Y otros dos anillos más, de oro, que colocaron en las hombreras del efod en su parte inferior delantera, a ras de la juntura, por encima del cinturón del efod. (Exodo 39, 20)

  • Adornaron el vuelo inferior con granadas de lino fino trenzado, en púrpura violeta, escarlata y carmesí. (Exodo 39, 24)

  • Apenas inferior a un dios lo hiciste, lo coronaste de gloria y dignidad; (Salmos 8, 6)

  • Feliz el que vive con mujer sensata, quien jamás se desliza con su lengua, quien no sirve a hombre inferior a él. (Eclesiástico 25, 8)

  • Las brechas de la ciudad de David visteis que eran numerosas, y recogisteis las aguas de la piscina inferior. (Isaías 22, 9)

  • La anchura de las salas aumentaba a medida que se subía, porque el saliente del muro, en cada piso, giraba en torno al templo y así por arriba el templo dejaba a las salas una amplitud un poco mayor. Del piso inferior se podía subir al del medio, y de éste al superior. (Ezequiel 41, 7)

  • De la base que estribaba en el suelo hasta el zócalo inferior, un metro de altura por medio de anchura; desde el zócalo inferior, un metro de altura por medio de anchura, y desde el zócalo pequeño hasta el grande, dos metros de altura por medio de anchura. (Ezequiel 43, 14)

  • Después de ti surgirá otro imperio de plata inferior al tuyo, y luego un tercer imperio, de bronce, que tendrá el dominio de toda la tierra. (Daniel 2, 39)


“No tumulto das paixões terrenas e das adversidades, surge a grande esperança da misericórdia inexorável de Deus. Corramos confiantes ao tribunal da penitência onde Ele, com ansiedade paterna, espera-nos a todo instante.” São Padre Pio de Pietrelcina