Encontrados 495 resultados para: horno de fuego

  • "Ordena a Eleazar, hijo de Aarón sacerdote, que saque del fuego los incensarios, pues están santificados, y que tire las brasas que haya en ellos. (Números 17, 2)

  • Tomó Eleazar los incensarios de bronce que habían presentado los abrasados por el fuego y los transformó en láminas para el altar. (Números 17, 4)

  • Moisés dijo a Aarón: "Toma el incensario, pon en él fuego del altar, coloca encima el incienso, acércate sin perder tiempo a la comunidad y haz sobre ella el rito de absolución, pues se ha encendido la cólera del Señor y ha comenzado la mortandad". (Números 17, 11)

  • Esto es lo que te corresponderá de las cosas consagradas, no consumidas por el fuego: todas las ofrendas que me hagan los israelitas, las ofrendas de harina, los sacrificios por el pecado y los sacrificios de reconciliación; estas cosas consagradas son para ti y tus hijos. (Números 18, 9)

  • El sacerdote tomará madera de cedro, hisopo y púrpura, y lo echará en medio del fuego donde se quema la novilla. (Números 19, 6)

  • ha salido un fuego de Jesbón y una llama de la ciudad de Sijón: ha devorado a Ar de Moab, ha consumido las alturas del Arnón. (Números 21, 28)

  • cuando la tierra abrió sus fauces y se los tragó con Coré; perecieron al mismo tiempo sus secuaces, cuando el fuego devoró a los 250 hombres, para que sirviesen de escarmiento. (Números 26, 10)

  • Nadab y Abihú murieron cuando ofrecían ante el Señor un fuego profano. (Números 26, 61)

  • todo lo que puede resistir el fuego, pasadlo por el fuego, y será puro después de haber sido lavado también con el agua de purificación. Lo que no resista al fuego, lavadlo con agua. (Números 31, 23)

  • el cual iba delante de vosotros para buscaros lugares en que acampar. De noche os señalaba el camino con fuego y de día con una nube". (Deuteronomio 1, 33)

  • Entonces el Señor os habló de en medio del fuego. Vosotros oíais el rumor de las palabras, pero no veíais figura alguna; solamente oíais una voz. (Deuteronomio 4, 12)

  • "¡Tened cuidado! El día que os habló el Señor desde el fuego en el Horeb no visteis figura alguna; (Deuteronomio 4, 15)


“A pessoa que nunca medita é como alguém que nunca se olha no espelho e, assim, não se cuida e sai desarrumada. A pessoa que medita e dirige seus pensamentos a Deus, que é o espelho de sua alma, procura conhecer seus defeitos, tenta corrigi-los, modera seus impulsos e põe em ordem sua consciência.” São Padre Pio de Pietrelcina