Encontrados 126 resultados para: historia de Tobías

  • El resto de la historia de Joaquín y todo lo que hizo está escrito en el libro de los anales de los reyes de Judá. (II Reyes 24, 5)

  • El resto de la historia de Salomón, desde el principio al fin, está escrito en las crónicas de Natán, profeta, en la profecía de Ajías de Silo y en la visión de Idó, el vidente, sobre Jeroboán, hijo de Nabat. (II Crónicas 9, 29)

  • La historia de Roboán, desde el principio al fin, está escrita en las crónicas del profeta Semayas y del profeta Idó. Roboán y Jeroboán estuvieron continuamente en guerra. (II Crónicas 12, 15)

  • El resto de la historia de Abías, su conducta y sus obras están escritas en el comentario del profeta Idó. (II Crónicas 13, 22)

  • Mandó con ellos a los levitas Semayas, Natanías, Zebadías, Asael, Semiramot, Jonatán, Adonías, Tobías y Tobadonías, y a los sacerdotes Elisamá y Jorán. (II Crónicas 17, 8)

  • El resto de la historia de Josafat, desde el principio hasta el fin, se encuentra en las crónicas de Jehú, hijo de Jananí, que fueron insertadas en el libro de los reyes de Israel. (II Crónicas 20, 34)

  • El resto de la historia de Amasías, desde el principio al fin, está escrito en el libro de los reyes de Judá y de Israel. (II Crónicas 25, 26)

  • El resto de la historia de Ozías, y todo lo que hizo, ha sido escrito por el profeta Isaías, hijo de Amós. (II Crónicas 26, 22)

  • El resto de la historia de Jotán, todo lo que hizo, está escrito en el libro de los reyes de Israel y de Judá. (II Crónicas 27, 7)

  • El resto de la historia de Acaz, todo lo que hizo, está escrito en el libro de los reyes de Judá y de Israel. (II Crónicas 28, 26)

  • El resto de la historia de Ezequías y sus obras de piedad están escritas en la visión del profeta Isaías, hijo de Amós, en el libro de los reyes de Judá y de Israel. (II Crónicas 32, 32)

  • El resto de la historia de Manasés, la oración que hizo a su Dios y las palabras de los profetas que le hablaron en nombre del Señor, Dios de Israel, están escritos en las crónicas de los reyes de Israel. (II Crónicas 33, 18)


“Menosprezai vossas tentações e não vos demoreis nelas. Imaginai estar na presença de Jesus. O crucificado se lança em vossos braços e mora no vosso coração. Beijai-Lhe a chaga do lado, dizendo: ‘Aqui está minha esperança; a fonte viva da minha felicidade. Seguro-vos, ó Jesus, e não me aparto de vós, até que me tenhais posto a salvo’”. São Padre Pio de Pietrelcina