Encontrados 237 resultados para: hicieron

  • Los hombres de la ciudad de Nabot, los ancianos y los nobles conciudadanos suyos hicieron lo que les había mandado Jezabel, tal y como estaba escrito en las cartas que les había enviado. (I Reyes 21, 11)

  • Los jefes de centuria hicieron todo lo que el sacerdote Yehoyadá les mandó; cada uno tomó a sus hombres, los que entraban de servicio el sábado y los que salían, y se presentaron al sacerdote Yehoyadá. (II Reyes 11, 9)

  • El pueblo entero fue al templo de Baal y lo destruyeron; hicieron pedazos los altares y sus imágenes, mataron delante de los altares a Matán, sacerdote de Baal. Después, el sacerdote Yehoyadá puso guardias en el templo del Señor (II Reyes 11, 18)

  • Pero con el dinero traído al templo del Señor no se hicieron para él copas de plata, cuchillos, aspersorios, trompetas ni instrumento alguno de oro o plata, (II Reyes 12, 14)

  • Eliseo murió y fue sepultado. Entrado el año, unas bandas de Moab hicieron correrías en el país; (II Reyes 13, 20)

  • Pero no hicieron caso, tuvieron una cabeza dura, como sus padres, que no confiaron en el Señor, su Dios; (II Reyes 17, 14)

  • rechazaron sus preceptos, la alianza que había hecho con sus padres y las amonestaciones que les había dirigido, siguieron a ídolos vanos y se hicieron ellos mismos vanos imitando a las gentes circunvecinas, siendo así que el Señor les había ordenado que no obrasen como ellas. (II Reyes 17, 15)

  • Abandonaron todos los preceptos del Señor, su Dios, se hicieron dos becerros de bronce fundido y un cipo sagrado y adoraron a todos los astros del cielo y a Baal. (II Reyes 17, 16)

  • Pero aquellas gentes se hicieron sus dioses, y los colocaron en los santuarios de las colinas que los samaritanos habían construido, cada uno en la ciudad en que vivía. (II Reyes 17, 29)

  • Los de Babilonia hicieron a Sucot Benot; los de Cutá, a Nergal; los de Jamat, a Asima; (II Reyes 17, 30)

  • Pero ellos no hicieron caso, y siguieron sus antiguas costumbres. (II Reyes 17, 40)

  • Pero ellos no hicieron caso, y Manasés los descarrió, induciéndolos a hacer el mal, más aún que las gentes que el Señor había destruido ante los israelitas. (II Reyes 21, 9)


“Combata vigorosamente, se está interessado em obter o prêmio destinado às almas fortes.” São Padre Pio de Pietrelcina