Encontrados 11 resultados para: habíais

  • Entrarán vuestros hijos, de los que habíais dicho que iban a ser presa del enemigo; ellos conocerán la tierra que vosotros habéis despreciado. (Números 14, 31)

  • Yo estaba entonces entre el Señor y vosotros como mediador de las palabras del Señor, pues vosotros no habíais subido a la montaña por miedo al fuego. Él dijo: (Deuteronomio 5, 5)

  • Cuando vi que habíais pecado contra el Señor, vuestro Dios, y que os habíais hecho un becerro de metal fundido, apartándoos bien pronto del camino que os había señalado el Señor, (Deuteronomio 9, 16)

  • Me postré luego en presencia del Señor. Como la primera vez, estuve durante cuarenta días sin comer ni beber por causa del pecado que vosotros habíais cometido haciendo lo que es malo a los ojos del Señor hasta el punto de irritarle; (Deuteronomio 9, 18)

  • Tomé entonces el becerro que os habíais hecho, que era causa de vuestro pecado, lo eché al fuego y, moliéndolo bien hasta reducirlo a polvo, lo tiré al agua del torrente que bajaba de la montaña. (Deuteronomio 9, 21)

  • Devolvedles ahora mismo sus campos, sus viñas, sus olivares y sus casas y perdonadles la deuda del dinero, del trigo, del vino y del aceite que les habíais prestado". (Nehemías 5, 11)

  • Vosotros os habíais convertido hoy y hacíais lo que me parece justo proclamando la manumisión de vuestros hermanos, bajo compromiso sellado ante mí en el templo que lleva mi nombre. (Jeremías 34, 15)

  • Pero en seguida os habéis vuelto atrás y habéis profanado mi nombre volviendo a tomar cada uno a sus propios esclavos y esclavas a quienes habíais concedido la libertad, y los habéis forzado a ser vuestros esclavos como antes. (Jeremías 34, 16)

  • Esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Vosotros y vuestras mujeres habéis llevado a cabo con vuestras manos lo que habíais prometido con vuestra boca: Cumpliremos puntualmente los votos que hemos hecho de quemar incienso y presentar ofrendas de vino a la reina del cielo. Pues bien, cumplid vuestros votos, llevadlos a la práctica. (Jeremías 44, 25)

  • Y no sólo con su llegada, sino con el ánimo que vosotros le habíais infundido; me habló de vuestro deseo de verme, de vuestras lágrimas, de vuestro interés por mí; así que me alegré mucho. (II Corintios 7, 7)

  • He sentido una gran alegría en el Señor porque habéis reavivado vuestros sentimientos por mí; vosotros los sentíais, pero no habíais tenido ocasión de manifestarlos. (Filipenses 4, 10)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina