Encontrados 1988 resultados para: guerra en Israel

  • ¿Cuándo se ha visto que un militar haga la guerra a sus expensas? ¿Quién planta una viña y no come de su fruto? ¿Quién apacienta un rebaño y no toma leche del rebaño? (I Corintios 9, 7)

  • Fijaos en el pueblo de Israel. ¿No quedan unidos al altar los que comen de las víctimas ofrecidas en él? (I Corintios 10, 18)

  • Paz y misericordia a todos los que vivan conforme a esta regla y al Israel de Dios. (Gálatas 6, 16)

  • estabais en otro tiempo sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a las alianzas, sin esperanza de la promesa y sin Dios en el mundo; (Efesios 2, 12)

  • Fui circuncidado al octavo día; soy del linaje de Israel; de la tribu de Benjamín; hebreo, hijo de hebreos y, por lo que a la ley se refiere, fariseo; (Filipenses 3, 5)

  • Sin embargo, les dice en tono de recriminación: Vienen días dice el Señor, en que yo haré con la casa de Israel y la casa de Judá una alianza nueva, (Hebreos 8, 8)

  • Ésta es la alianza que haré con la casa de Israel, después de aquellos días, dice el Señor. Pondré mis leyes en su mente, las escribiré en su corazón, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. (Hebreos 8, 10)

  • Por la fe celebró la pascua y roció con sangre las puertas para que el exterminador no tocase a los primogénitos de Israel. (Hebreos 11, 28)

  • apagaron la violencia del fuego, escaparon al filo de la espada, convalecieron de la enfermedad, fueron valientes en la guerra, pusieron en fuga a los ejércitos enemigos. (Hebreos 11, 34)

  • Ambicionáis y no tenéis, entonces matáis; envidiáis y no podéis alcanzar nada, entonces combatís y os hacéis la guerra. No tenéis porque no pedís. (Santiago 4, 2)

  • Queridos hermanos, como a gente de paso en tierra extraña, os exhorto a que os abstengáis de las pasiones carnales, que hacen la guerra al espíritu. (I Pedro 2, 11)

  • Y oí el número de los sellados de todas las tribus de Israel: ciento cuarenta y cuatro mil: (Apocalipsis 7, 4)


“Viva feliz. Sirva ao Senhor alegremente e com o espírito despreocupado.” São Padre Pio de Pietrelcina