Encontrados 128 resultados para: fiesta de las Luces

  • Has convocado como en un día de fiesta el terror por todas partes; no ha habido, en el día de tu ira, escapado ni superviviente. Los que yo había criado y educado, mi enemigo los exterminó. (Lamentaciones 2, 22)

  • Y leed este libro que os mandamos, para que se haga pública confesión en el templo del Señor, en el día de fiesta y en los días de la asamblea. (Baruc 1, 14)

  • El día catorce del primer mes celebraréis la fiesta de la pascua, y durante siete días se comerá el pan sin levadura. (Ezequiel 45, 21)

  • Durante siete días de la fiesta ofrecerá un holocausto al Señor cada día, siete novillos y siete carneros sin defecto, y un macho cabrío en sacrificio por el pecado; (Ezequiel 45, 23)

  • El día quince del séptimo mes, con ocasión de la fiesta, hará igualmente durante aquellos siete días, tanto en lo referente a los sacrificios por el pecado como a los holocaustos, las ofrendas y el aceite. (Ezequiel 45, 25)

  • ¿Qué haréis el día de la solemnidad, el día de la fiesta del Señor? (Oseas 9, 5)

  • como en los días de fiesta. Apartaré de ti la desgracia y la vergüenza que pesa sobre ti. (Sofonías 3, 18)

  • Todos los supervivientes de todos los pueblos que vinieron a luchar contra Jerusalén irán año tras año a adorar al rey, al Señor todopoderoso, y a celebrar la fiesta de los tabernáculos. (Zacarías 14, 16)

  • Y si la familia de Egipto no quiere venir, también sobre ella vendrá la plaga con la que el Señor castigará a las naciones que no vayan a celebrar la fiesta de los tabernáculos. (Zacarías 14, 18)

  • Éste será el castigo de Egipto y el castigo de todas las naciones que no vayan a celebrar la fiesta de los tabernáculos. (Zacarías 14, 19)

  • Pero decían: "Durante la fiesta no, para que el pueblo no se alborote". (Mateo 26, 5)

  • El primer día de la fiesta de los panes sin levadura se acercaron los discípulos a Jesús y le preguntaron: "¿Dónde quieres que te preparemos la cena de la pascua?". (Mateo 26, 17)


“O grau sublime da humildade é não só reconhecer a abnegação, mas amá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina