Encontrados 49 resultados para: extendió

  • Cuando extendió el brazo, los hombres de la emboscada salieron rápidamente de su escondite, tomaron carrera y, entrando en la ciudad, se apoderaron de ella y se dieron prisa a prenderle fuego. (Josué 8, 19)

  • Le contestaron: "Te los damos con mucho gusto". Él extendió su manto, y cada uno echó un anillo del botín. (Jueces 8, 25)

  • Así el Señor salvó aquel día a Israel. La batalla se extendió hasta Bejorón. (I Samuel 14, 23)

  • Cuando llegaron a la era de Nacón, Uzá extendió su mano hacia el arca de Dios para sujetarla porque los bueyes habían tropezado. (II Samuel 6, 6)

  • La mujer tomó una manta, la extendió sobre la boca de la cisterna y esparció sobre ella grano molido, de suerte que no se notaba nada. (II Samuel 17, 19)

  • La batalla se extendió por toda la región, y aquel día el bosque causó más muertes que la espada. (II Samuel 18, 8)

  • Rispá, hija de Ayá, extendió un saco en la roca y allí estuvo, desde el principio de la siega hasta que llegaron las lluvias, sin dejar que las aves del cielo se lanzasen sobre sus cadáveres durante el día ni las bestias del campo durante la noche. (II Samuel 21, 10)

  • El ángel extendió su mano sobre Jerusalén para exterminarla; pero el Señor se arrepintió del mal y dijo al ángel exterminador: "Basta, retira tu mano". El ángel del Señor estaba junto a la era de Ornán, el jebuseo. (II Samuel 24, 16)

  • fue más sabio que cualquier otro hombre; más que Etán, el ezrajita; más que Hemán, Calcol y Darda, hijos de Majol; y su fama se extendió por todas las naciones circunvecinas. (I Reyes 5, 11)

  • El rey, al oír la amenaza que el hombre de Dios había gritado contra el altar de Betel, extendió su mano desde el altar, y dijo: "¡Prendedlo!". Pero la mano que había extendido contra él se le quedó tiesa sin poderla mover. (I Reyes 13, 4)

  • Pero al día siguiente Jazael tomó el cobertor, lo empapó de agua y lo extendió sobre el rostro del rey, el cual murió. Jazael le sucedió en el trono. (II Reyes 8, 15)

  • Cuando llegaban a la era de Quidón, Uzá extendió la mano para sujetar el arca, porque los bueyes la iban a tirar. (I Crónicas 13, 9)


“É preciso amar, amar e nada mais”. São Padre Pio de Pietrelcina