Encontrados 239 resultados para: estoy
Pero un hombre disparó el arco al azar, e hirió al rey de Israel entre las junturas de la coraza. El rey dijo a su auriga: "Da la vuelta y sácame del campo, porque estoy herido". (II Crónicas 18, 33)
y Necó mandó a decirle: "¿Qué tengo yo que ver contigo, rey de Judá? No es contra ti contra quien voy; es contra otra nación con la que estoy en guerra, y Dios me ha dicho que me dé prisa. No te opongas a Dios, que está conmigo, no sea que te destruya". (II Crónicas 35, 21)
Los arqueros dispararon contra el rey Josías, que dijo a sus oficiales: "Retiradme, porque estoy gravemente herido". (II Crónicas 35, 23)
y exclamé: "Dios mío, estoy confundido y me avergüenzo de levantar mi rostro hacia ti, porque nuestras iniquidades sobrepasan nuestra cabeza, y nuestros delitos llegan hasta el cielo. (Esdras 9, 6)
les mandé a decir: "Estoy ocupado en una obra importante y no me es posible ir; la obra se pararía si la dejo para ir a veros". (Nehemías 6, 3)
Tobías salió y le dijo: "Joven, mi padre te llama". El ángel entró, Tobit lo saludó, y él respondió: "¡Que seas siempre feliz!". Pero Tobit añadió: "¿Qué felicidad puedo yo esperar? Estoy ciego; no puedo ver la luz del cielo; vivo en tinieblas, como los muertos que no pueden ver la luz. Soy un vivo entre los muertos. Oigo la voz de los hombres, pero no los veo". El ángel le respondió: "¡Ánimo! Pronto te curará Dios. ¡Ánimo!". Tobit le dijo: "Mi hijo quiere ir a Media; ¿puedes tú acompañarle y guiarle? Te daré lo que sea, hermano". "Sí, puedo acompañarle -respondió el ángel-. Conozco todos los caminos; he ido frecuentemente a Media, he atravesado las llanuras y las montañas y conozco todos sus senderos". (Tobías 5, 10)
Líbranos, Señor, con tu poder, y asísteme a mí, que estoy sola y a nadie tengo sino a ti, Señor. Tú lo sabes todo, (Ester 14, 14)
Me estoy disolviendo, no viviré para siempre; déjame, pues mis días son un soplo. (Job 7, 16)
Aunque respondiera a mi apelación, no estoy seguro de que escuchara mi voz, (Job 9, 16)
Mirad, voy a proceder a mi defensa, porque sé que estoy en mi derecho. (Job 13, 18)
Ahora estoy abrumado por el tedio, porque toda una chusma me acorrala, (Job 16, 7)
Por eso estoy ante su faz horrorizado; y cuanto más lo pienso, más me aterra. (Job 23, 15)
