Encontrados 29 resultados para: espadas

  • Pues de las espadas van huyendo; de las espadas afiladas, de los arcos entesados, del encarnizamiento del combate. (Isaías 21, 15)

  • Están armados de arcos y espadas; son crueles, sin piedad. Su clamor es como el estruendo del mar, cabalgan en corceles, cada uno está armado para la batalla contra ti, hija de Sión. (Jeremías 6, 23)

  • Traerán contra ti una multitud, te apedrearán y te atravesarán con sus espadas. (Ezequiel 16, 40)

  • La turba las apedreará y con sus espadas las cortarán en pedazos. Matarán a sus hijos y a sus hijas y prenderán fuego a sus casas. (Ezequiel 23, 47)

  • Él y su pueblo, el más feroz de las naciones, serán enviados a asolar el país, desenvainarán contra Egipto sus espadas y llenarán la tierra de muertos. (Ezequiel 30, 11)

  • No yacen con los héroes caídos de antiguo, que bajaron al abismo con sus armas de guerra, cuyas espadas les fueron puestas bajo la cabeza y los escudos debajo de sus huesos, porque el terror de los héroes campeaba en la tierra de los vivos. (Ezequiel 32, 27)

  • Confiáis en vuestras espadas, cometéis acciones detestables, cada cual deshonra a la mujer de su prójimo, ¿y vais a poseer el país? (Ezequiel 33, 26)

  • Convocaré contra él terrores de todas clases, dice el Señor Dios. Sus gentes volverán las espadas unos contra otros. (Ezequiel 38, 22)

  • haced espadas de vuestras azadas y lanzas de vuestras podaderas. Que el cobarde diga: "¡Soy un valiente!". (Joel 4, 10)

  • Él será árbitro entre pueblos numerosos, y juzgará a naciones poderosas y lejanas; ellas cambiarán sus espadas en azadas y sus lanzas en podaderas; no empuñará más la espada pueblo contra pueblo ni se adiestrarán más en la guerra. (Miqueas 4, 3)

  • rumor de caballería que avanza, espadas que flamean, lanzas fulgurantes, multitud de heridos, montones de muertos, cadáveres sin cuento en los que al andar se tropieza: (Nahún 3, 3)

  • Aún estaba hablando, cuando llegó Judas, uno de los doce, y con él un gran tropel de gente con espadas y palos, enviados por los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo. (Mateo 26, 47)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraco com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina