Encontrados 34 resultados para: escudos

  • El sacerdote Yehoyadá entregó a los jefes de centuria las lanzas, las adargas y los escudos del rey David, que estaban en el templo de Dios. (II Crónicas 23, 9)

  • Armó a todo el ejército con escudos, lanzas, cascos, corazas, arcos y hondas. (II Crónicas 26, 14)

  • Ezequías, lleno de ánimo, reparó las murallas en todos sus puntos débiles, levantó torres sobre ellas, construyó un segundo muro exterior, restauró el terraplén en la ciudad de David y al mismo tiempo fabricó gran cantidad de dardos y escudos. (II Crónicas 32, 5)

  • Ezequías fue muy rico y famoso. Atesoró una gran cantidad de plata, oro, piedras preciosas, aromas, escudos y toda clase de objetos valiosos. (II Crónicas 32, 27)

  • Pero desde aquel día sólo la mitad de mis hombres trabajaban en la obra; la otra mitad empuñaba las lanzas, los escudos, las flechas y las lorigas, y los jefes estaban detrás de todos los judíos (Nehemías 4, 10)

  • Su dorso es de hileras de escudos cerradas con sello de piedra; (Job 41, 7)

  • pone fin a la guerra hasta el confín del mundo, rompe el arco, parte la lanza y quema los escudos. (Salmos 46, 10)

  • Los jefes de los pueblos se han reunido con el pueblo del Dios de Abrahán; pues de Dios son los escudos de la tierra y él está por encima de todo. (Salmos 47, 10)

  • Al amanecer apareció Judas en la llanura con tres mil hombres, que no tenían ni los escudos ni las espadas que hubieran deseado. (I Macabeos 4, 6)

  • Adornaron la fachada del templo con coronas de oro y con escudos, restauraron las estradas y las habitaciones (I Macabeos 4, 57)

  • Cuando el sol se reflejó en los escudos de oro y bronce, resplandecieron las montañas y brillaron como llamas de fuego. (I Macabeos 6, 39)

  • escuadrones de caballería en orden de batalla, choques y asaltos de unos contra otros, vibración de escudos, lanzas innumerables, espadas desenvainadas, tiros de flechas, brillar de armaduras y corazas de toda especie. (II Macabeos 5, 3)


“Jesus está com você, e o Cireneu não deixa de ajudar-te a subir o Calvário.” São Padre Pio de Pietrelcina