Encontrados 84 resultados para: entregado

  • ¿Quién ha entregado a Jacob al saqueo, y a Israel a los depredadores? ¿No ha sido el Señor, contra quien pecamos, cuyos caminos no quisimos seguir, ni escuchamos su ley? (Isaías 42, 24)

  • tus jefes han profanado el santuario, por eso he entregado a Jaco al exterminio, y a Israel a los ultrajes. (Isaías 43, 28)

  • Alza los ojos hacia los collados y mira: ¿Hay un lugar en que no te hayas entregado? Junto a los caminos te sentabas, esperándolos como un árabe en el desierto. Has profanado esta tierra con tus prostituciones y tus crímenes. (Jeremías 3, 2)

  • He dejado mi casa, he abandonado mi heredad, he entregado lo que más quería en manos de sus enemigos. (Jeremías 12, 7)

  • En cuanto a Jeremías, fue protegido por Ajicán, hijo de Safán, y así no fue entregado en manos del pueblo para darle muerte. (Jeremías 26, 24)

  • Ahora, he entregado todos estos países en manos de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y he puesto a su servicio incluso las bestias del campo. (Jeremías 27, 6)

  • Pues esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Un yugo de hierro pongo al cuello de todas estas naciones para someterlas a Nabucodonosor, rey de Babilonia; y estarán sometidas a él, así como las bestias del campo, que también le he entregado". (Jeremías 28, 14)

  • Después de haber entregado a Baruc, hijo de Nerías, el contrato de compra, hice al Señor esta súplica: (Jeremías 32, 16)

  • El rey Sedecías envió a sacarlo y le interrogó en secreto en su palacio: "¿Hay alguna palabra de parte del Señor?". "Sí", respondió Jeremías; y añadió: "Tú serás entregado en manos del rey de Babilonia". (Jeremías 37, 17)

  • Ha uncido mis pecados sobre mí, su mano los ha entrelazado. Sobre mi cuello el yugo me quebranta las fuerzas. El Señor me ha entregado en sus manos y no puedo levantarme. (Lamentaciones 1, 14)

  • El Señor ha rechazado su altar, ha aborrecido su santuario; ha entregado en manos del enemigo las defensas de sus palacios; ¡gritos se dieron en el templo del Señor, como en día de fiesta! (Lamentaciones 2, 7)

  • Por tanto, esto dice el Señor Dios: lo mismo que el leño de la vid entre los árboles del bosque, al cual he entregado como pasto al fuego, así trataré a los habitantes de Jerusalén. (Ezequiel 15, 6)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina