Encontrados 13 resultados para: elegí

  • Me pareció bien vuestra propuesta y elegí doce hombres de entre vosotros, uno por tribu. (Deuteronomio 1, 23)

  • Yo los elegí de entre todas las tribus de Israel para ser mis sacerdotes, para subir a mi altar, para quemar el incienso y llevar el efod en mi presencia; yo concedí a la casa de tu padre todas las ofrendas de los israelitas; (I Samuel 2, 28)

  • Desde el día que saqué a mi pueblo de Egipto, no he escogido ninguna ciudad de entre las tribus de Israel para que se me construyera en ella un templo a mi nombre, sino que elegí a David para que estuviese al frente de mi pueblo Israel. (I Reyes 8, 16)

  • pero no le quitaré el reino entero; le dejaré una tribu, en atención a mi siervo David y a Jerusalén, la ciudad que elegí". (I Reyes 11, 13)

  • Le quedará una tribu en atención a David, mi siervo, y Jerusalén, la ciudad que elegí entre todas las tribus de Israel. (I Reyes 11, 32)

  • Sin embargo, no le quitaré el reino de su propia mano, sino que le mantendré en él todos los días de su vida, en atención a mi siervo David, a quien elegí y que guardó mis preceptos y mis leyes. (I Reyes 11, 34)

  • A su hijo le dejaré una tribu, para que a mi siervo David le quede siempre ante mí una lámpara en Jerusalén, la ciudad que elegí para poner en ella mi nombre. (I Reyes 11, 36)

  • sino que elegí a Jerusalén para morada de mi nombre y elegí a David para que estuviera al frente de mi pueblo Israel. (II Crónicas 6, 6)

  • Pero tú, Israel, mi siervo, Jacob, a quien yo elegí, raza de Abrahán, mi amigo, (Isaías 41, 8)

  • Pero ahora escucha, Jacob, siervo mío, Israel a quien yo elegí. (Isaías 44, 1)

  • Diles: Esto dice el Señor Dios: El día que yo elegí a Israel alcé mi mano por la estirpe de la casa de Jacob, me manifesté a ellos en la tierra de Egipto y les juré diciendo: Yo, el Señor, soy vuestro Dios. (Ezequiel 20, 5)

  • Jesús le respondió: "¿No os elegí yo a los doce? Y, sin embargo, uno de vosotros es un diablo". (Juan 6, 70)


“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina