Encontrados 334 resultados para: ejército sirio
Cuando David derrotó a Edón, Joab, general del ejército, fue a enterrar a los muertos y degolló a todos los varones de Edón. (I Reyes 11, 15)
Pero cuando Hadad se enteró de que David descansaba con sus antepasados y de que Joab, el general del ejército, había muerto, dijo al Faraón: "Déjame volver a mi tierra". (I Reyes 11, 21)
oyó decir: "Zimrí ha tramado una conspiración y hasta ha dado muerte al rey". Aquel mismo día, en el campo de batalla, Israel entero proclamó rey sobre todo Israel a Omrí, general del ejército. (I Reyes 16, 16)
Ben Hadad, rey de Siria, reunió todo su ejército y, acompañado de treinta y dos reyes con carros y caballos, fue a sitiar Samaría y la atacó. (I Reyes 20, 1)
Los asistentes de los jefes de las provincias salieron de la ciudad, seguidos por el ejército. (I Reyes 20, 19)
Luego tú reunirás un ejército como el que perdiste, una caballería como aquélla y carros en igual número. Les presentaremos batalla en la llanura, y verás cómo los venceremos". El rey escuchó sus razones y obró de esta manera. (I Reyes 20, 25)
El rey de Israel, el rey de Judá y el rey de Edón se pusieron en marcha, y, después de un recorrido de siete días, faltó el agua para el ejército y las bestias de tiro. (II Reyes 3, 9)
Eliseo ordenó a su criado: "Dile: Nos estás prodigando toda clase de cuidados; ¿qué podría hacer por ti? ¿Tienes alguna solicitud que elevar al rey o al jefe del ejército?". Ella respondió: "En medio de mi pueblo vivo". (II Reyes 4, 13)
Naamán, general del ejército del rey de Siria, era un hombre tenido en mucho y apreciado por su señor, porque por su medio el Señor había concedido una victoria a Siria. Pero estaba leproso. (II Reyes 5, 1)
cuando Guejazí, el criado de Eliseo, el hombre de Dios, se dijo: "Es claro que mi amo ha sido demasiado condescendiente con este sirio Naamán, hasta el punto de no aceptar de su mano lo que le había traído. ¡Vive el Señor, que voy tras él y consigo de él alguna cosa!". (II Reyes 5, 20)
Después de estos sucesos Ben Hadad, rey de Siria, reunió todo su ejército y fue a sitiar Samaría. (II Reyes 6, 24)
El Señor había hecho oír en el campamento de Siria un estrépito de carros de combate y de caballos, estrépito como de un poderoso ejército, y se habían dicho unos a otros: "El rey de Israel ha contratado a los reyes hititas y a los reyes de Egipto para atacarnos". (II Reyes 7, 6)
