Encontrados 363 resultados para: ejército de madián

  • Después de aniquilar a este ejército, el rey del sur se inflará de soberbia, aplastará aún a millares de hombres, pero no durará su fuerza. (Daniel 11, 12)

  • El rey del norte movilizará de nuevo una multitud más numerosa que la anterior y, al cabo de algunos años, irrumpirá con un gran ejército y con gran aparato. (Daniel 11, 13)

  • Reafirmará sus fuerzas y su corazón, marchando contra el rey del sur con un gran ejército. El rey del sur se aprestará a la guerra con un ejército muy grande y muy poderoso, pero no podrá resistirle, pues se tramarán contra él conspiraciones. (Daniel 11, 25)

  • Sus mismos comensales lo hundirán, su ejército se desbandará y muchos caerán muertos a espada. (Daniel 11, 26)

  • El Señor da la voz al frente de sus tropas. Sí, innumerable es su ejército, poderoso el ejecutor de su palabra; sí, grande es el día del Señor, muy terrible; ¿quién podrá soportarlo? (Joel 2, 11)

  • Yo os compensaré de los años en que os devoraron el saltamontes, la langosta, el cigarrón y la caballeta, mi gran ejército que envié contra vosotros. (Joel 2, 25)

  • El día que estabas frente a él, cuando los extranjeros llevaban prisionero a su ejército y los extranjeros entraban por sus puertas y echaban suertes sobre Jerusalén, tú también eras como uno de ellos. (Abdías 1, 11)

  • Los desterrados de este ejército, los israelitas, ocuparán Canaán hasta Sarepta, y los desterrados de Jerusalén que están en Sefarad ocuparán las ciudades del Negueb. (Abdías 1, 20)

  • Ése es tu ejército: como mujeres en medio de ti; las puertas de tu país se abren francas ante el enemigo, el fuego devora tus cerrojos. (Nahún 3, 13)

  • Veo en angustias las tiendas de Cusán, estremecidos los pabellones de Madián. (Habacuc 3, 7)

  • Y en seguida se unió al ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: (Lucas 2, 13)

  • Al oír esto, Moisés huyó y se fue a vivir como extranjero a la tierra de Madián, donde tuvo dos hijos. (Hechos 7, 29)


“Se precisamos ter paciência para suportar os defeitos dos outros, quanto mais ainda precisamos para tolerar nossos próprios defeitos!” São Padre Pio de Pietrelcina